1 Samuel 25:33

Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy el ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano.

1 Samuel 25:26

Ahora pues, señor mío, vive Jehová y vive tu alma, que Jehová te ha estorbado que vinieses a derramar sangre, y vengarte por tu propia mano. Sean, pues, como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor.

1 Samuel 24:19

Porque ¿quién hallará a su enemigo, y lo dejará ir sano y salvo? Jehová te pague con bien por lo que en este día has hecho conmigo.

1 Samuel 25:31

entonces, señor mío, no te será esto en tropiezo y turbación de corazón, el que hayas derramado sangre sin causa, o que mi señor se haya vengado por sí mismo. Guárdese, pues, mi señor, y cuando Jehová hiciere bien a mi señor, acuérdate de tu sierva.

1 Samuel 26:9-10

Y David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extenderá su mano contra el ungido de Jehová, y será inocente?

Salmos 141:5

Que el justo me castigue, será un favor, y que me reprenda será un excelente bálsamo que no me herirá la cabeza. Pero mi oración tendrán, aun en sus calamidades.

Proverbios 9:9

Da consejo al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y aumentará su saber.

Proverbios 17:10

Aprovecha la reprensión al hombre entendido, más que cien azotes al necio.

Proverbios 25:12

Como zarcillo de oro y joyel de oro fino, es el que reprende al sabio que tiene oído dócil.

Proverbios 27:21

El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro; y al hombre la boca del que lo alaba.

Proverbios 28:23

El que reprende al hombre, hallará después mayor gracia que el que lisonjea con la lengua.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)