1 Timoteo 4:15

Medita en estas cosas; ocúpate en ellas; para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.

Mateo 5:16

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en el cielo.

Josué 1:8

Este libro de la ley nunca se apartará de tu boca, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Salmos 1:2

antes en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.

Salmos 19:14

Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, Roca mía, y Redentor mío.

Salmos 49:3

Mi boca hablará sabiduría; y la meditación de mi corazón será inteligencia.

Salmos 63:6

cuando me acuerdo de ti en mi lecho, y medito en ti en las vigilias de la noche.

Salmos 77:12

Y meditaré en todas tus obras, y hablaré de tus hechos.

Salmos 104:34

Dulce será mi meditación en Él: Yo me alegraré en Jehová.

Salmos 105:5

Acordaos de las maravillas que Él ha hecho, de sus prodigios y de los juicios de su boca,

Salmos 119:15

En tus mandamientos meditaré, consideraré tus caminos.

Salmos 119:23

Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí; mas tu siervo meditaba en tus estatutos.

Salmos 119:48

Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé; y meditaré en tus estatutos.

Salmos 119:97

MEM. ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.

Salmos 119:99

Más que todos mis enseñadores he entendido; porque tus testimonios son mi meditación.

Salmos 119:148

Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tu palabra.

Salmos 143:5

Me acordé de los días antiguos; meditaba en todas tus obras, reflexionaba en las obras de tus manos.

Hechos 6:4

Y nosotros persistiremos en la oración, y en el ministerio de la palabra.

1 Corintios 16:15

Hermanos, ya conocéis a la familia de Estéfanas, que son las primicias de Acaya, y que se han hecho adictos al ministerio de los santos,

2 Corintios 4:14

sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará por Jesús, y nos presentará con vosotros.

2 Corintios 8:5

Y esto hicieron, no como lo esperábamos, sino que primero se dieron a sí mismos al Señor, y a nosotros por la voluntad de Dios.

Filipenses 2:15-16

para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios, sin mancha, en medio de una generación torcida y perversa, en la cual resplandecéis como luminares en el mundo;

1 Timoteo 4:6

Si esto propusieres a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido en las palabras de la fe y de la buena doctrina, la cual has alcanzado.

Tito 2:14

quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí un pueblo peculiar, celoso de buenas obras.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)