2 Corintios 2:1

Esto he determinado en mí, no venir otra vez a vosotros con tristeza.

2 Corintios 1:23

Mas yo llamo a Dios por testigo sobre mi alma, que hasta ahora no he venido a Corinto por ser indulgente con vosotros.

1 Corintios 4:21

¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con caridad y espíritu de mansedumbre?

Porque temo que cuando llegare, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; para que por ventura no haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, disensiones, detracciones, murmuraciones, rumores, bandos;

2 Corintios 13:10

Por tanto os escribo esto ausente, por no trataros en presencia con más dureza, conforme a la potestad que el Señor me ha dado para edificación, y no para destrucción.

Hechos 11:29

Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar subsidio a los hermanos que habitaban en Judea;

Hechos 15:2

Así que, suscitada una disensión y contienda no pequeña a Pablo y a Bernabé contra ellos, determinaron que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, sobre esta cuestión.

Hechos 15:37

Y Bernabé quería que tomasen consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos;

1 Corintios 2:2

Porque no me juzgué saber algo entre vosotros, sino a Jesús el Cristo, y a este colgado en el madero.

1 Corintios 5:3

Yo ciertamente, como ausente con el cuerpo, mas presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que esto así ha cometido.

2 Corintios 1:15-17

Y con esta confianza quise primero venir a vosotros, para que tuvieseis una segunda gracia;

2 Corintios 2:4

Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas; no para que fueseis contristados, sino para que conocieseis cuánta más caridad tengo para con vosotros.

2 Corintios 7:5-8

Porque aun cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestra carne; antes, en todo fuimos atribulados; de fuera, cuestiones; de dentro, temores.

Tito 3:12

Cuando enviare a ti a Artemas, o a Tíquico, procura venir a mí, a Nicópolis, porque allí he determinado invernar.

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