2 Crónicas 6:20
Que tus ojos estén abiertos día y noche sobre esta casa, sobre el lugar del cual has dicho que pondrías allí tu nombre, para que oigas la oración que tu siervo hará sobre este lugar.
Salmos 34:15
Los ojos del SEÑOR están sobre los justos, y sus oídos {atentos} a su clamor.
Deuteronomio 12:11
entonces sucederá que al lugar que el SEÑOR vuestro Dios escoja para morada de su nombre, allí traeréis todo lo que yo os mando: vuestros holocaustos y vuestros sacrificios, vuestros diezmos y la ofrenda alzada de vuestra mano, y todo lo más selecto de vuestras ofrendas votivas que habéis prometido al SEÑOR.
Deuteronomio 26:2
tomarás las primicias de todos los frutos del suelo que recojas de la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, y {las} pondrás en una canasta e irás al lugar que el SEÑOR tu Dios escoja para establecer su nombre.
1 Reyes 8:29-30
que tus ojos estén abiertos noche y día hacia esta casa, hacia el lugar del cual has dicho: ``Mi nombre estará allí," para que oigas la oración que tu siervo haga hacia este lugar.
2 Reyes 19:16
Inclina, oh SEÑOR, tu oído y escucha; abre, oh SEÑOR, tus ojos y mira; escucha las palabras que Senaquerib ha enviado para injuriar al Dios vivo.
2 Crónicas 6:6
mas escogí a Jerusalén para que mi nombre estuviera allí, y escogí a David para que estuviera sobre mi pueblo Israel."
2 Crónicas 16:9
Porque los ojos del SEÑOR recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es completamente suyo. Tú has obrado neciamente en esto. Ciertamente, desde ahora habrá guerras contra ti.
Nehemías 1:6
que estén atentos tus oídos y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que yo hago ahora delante de ti día y noche por los hijos de Israel tus siervos, confesando los pecados que los hijos de Israel hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado.
Salmos 121:5
El SEÑOR es tu guardador; el SEÑOR es tu sombra a tu mano derecha.
Daniel 6:10
Cuando Daniel supo que había sido firmado el documento, entró en su casa (en su aposento superior tenía ventanas abiertas en dirección a Jerusalén), y como lo solía hacer antes, continuó arrodillándose tres veces al día, orando y dando gracias delante de su Dios.
Colosenses 2:9
Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en El,
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido