2 Crónicas 6:21
Asimismo que oigas el ruego de tu siervo, y de tu pueblo Israel, cuando en este lugar hicieren oración, que tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada; que oigas y perdones.
Isaías 43:25
Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo; y no me acordaré de tus pecados.
Miqueas 7:18
¿Qué Dios como tú, que perdonas la maldad, y olvidas el pecado del resto de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque es amador de misericordia.
Daniel 9:19
Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y haz; no pongas dilación, por amor de ti mismo, Dios mío: porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.
2 Crónicas 6:39
entonces escucha desde los cielos, desde el lugar de tu morada, su oración y su ruego, y ampara su causa, y perdona a tu pueblo que pecó contra ti.
2 Crónicas 30:27
Después, levantándose los sacerdotes y levitas, bendijeron al pueblo; y la voz de ellos fue oída, y su oración llegó a la habitación de su santuario, al cielo.
Job 22:12-14
¿No está Dios en la altura de los cielos? Mira lo encumbrado de las estrellas, cuán elevadas están.
Salmos 85:2-3
Perdonaste la iniquidad de tu pueblo; cubriste todos sus pecados. (Selah)
Salmos 123:1
«Cántico gradual» A ti levanto mis ojos, a ti que habitas en los cielos.
Salmos 130:3-4
Jehová, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, quedaría en pie?
Eclesiastés 5:2
No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú en la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.
Isaías 44:22
Yo deshice como a una nube tus rebeliones, y como a niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí.
Isaías 57:15
Porque así dice el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
Mateo 6:9
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre.
Mateo 6:12
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido