2 Reyes 2:14

Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo del mismo modo golpeado las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo.

Josué 1:1-9

Y aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, ministro de Moisés, diciendo:

Jueces 6:13

Y Gedeón le respondió: Ah, Señor mío, si Jehová es con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en manos de los madianitas.

1 Reyes 18:36-39

Y sucedió que cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías, y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.

2 Reyes 2:8-10

Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado, y pasaron ambos en seco.

Salmos 42:2

Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?

Salmos 42:10

como con una espada en mis huesos? Mis enemigos me afrentan, diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?

Salmos 115:2

¿Por qué han de decir las gentes: ¿Dónde está ahora su Dios?

Joel 2:17

Entre la entrada y el altar, lloren los sacerdotes, ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no pongas en oprobio tu heredad, para que las gentes se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?

Marcos 16:20

Y ellos saliendo, predicaron en todas partes, obrando con ellos el Señor, y confirmando la palabra con señales que les seguían. Amén.

Juan 14:12

De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, las obras que yo hago él también las hará; y mayores que éstas hará, porque yo voy a mi Padre.

Hechos 2:33

Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que ahora vosotros veis y oís.

Hechos 3:12-13

Y viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? o ¿por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste?

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)