2 Reyes 8:3

Y aconteció que cuando habían pasado los siete años, la mujer volvió de la tierra de los filisteos y fue a clamar al rey por su casa y por sus tierras.

2 Samuel 14:4

Entró, pues, aquella mujer de Tecoa al rey, y postrándose en tierra sobre su rostro hizo reverencia, y dijo: Oh rey, salva.

2 Reyes 4:13

Y él dijo a Giezi: Dile: He aquí tú has estado solícita por nosotros con todo este esmero; ¿qué quieres que haga por ti? ¿Necesitas que hable por ti al rey, o al general del ejército? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo.

2 Reyes 6:26

Y pasando el rey de Israel por el muro, una mujer le dio voces, y dijo: Salva, rey señor mío.

2 Reyes 8:6

Y preguntando el rey a la mujer, ella se lo contó. Entonces el rey le asignó un oficial, diciéndole: Haz que le devuelvan todas las cosas que eran suyas, y todo el fruto de su tierra desde el día que dejó el país hasta ahora.

Salmos 82:3-4

Defended al pobre y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso.

Jeremías 22:16

Él juzgó la causa del afligido y del menesteroso, y entonces estuvo bien. ¿No es esto conocerme a mí? dice Jehová.

Lucas 18:3-5

Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él diciendo: Hazme justicia de mi adversario.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)