2 Samuel 1:2

Y al tercer día, aconteció que vino uno del campamento de Saúl, rotas sus vestiduras, y tierra sobre su cabeza; y llegando a David, se postró en tierra, e hizo reverencia.

1 Samuel 4:12

Y corriendo de la batalla un hombre de Benjamín, vino aquel día a Silo, rotas sus vestiduras y tierra sobre su cabeza:

2 Samuel 4:10

que cuando uno me dio nuevas, diciendo: He aquí Saúl es muerto, pensando que traía buenas nuevas, yo lo prendí, y le maté en Siclag en pago de la nueva.

Josué 7:6

Entonces Josué rompió sus vestiduras, y se postró en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehová hasta la tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.

1 Samuel 25:23

Y cuando Abigail vio a David, se bajó del asno apresuradamente, y postrándose sobre su rostro delante de David, se inclinó a tierra.

2 Samuel 14:4

Entró, pues, aquella mujer de Tecoa al rey, y postrándose en tierra sobre su rostro hizo reverencia, y dijo: Oh rey, salva.

Génesis 22:4

Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos.

Génesis 37:7-10

He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba, y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor, y se inclinaban al mío.

Génesis 37:29

Y Rubén volvió al pozo, y he aquí, José no estaba en el pozo, y rasgó sus vestiduras.

Génesis 37:34

Entonces Jacob rasgó sus vestiduras, y puso cilicio sobre sus lomos, y se enlutó por su hijo muchos días.

Génesis 43:28

Y ellos respondieron: Bien va a tu siervo nuestro padre; aún vive. Y se inclinaron, e hicieron reverencia.

1 Samuel 4:16

Dijo, pues, aquel hombre a Elí: Yo vengo de la batalla, yo he escapado hoy del combate. Y él dijo: ¿Qué ha acontecido, hijo mío?

1 Samuel 20:41

Y luego que el muchacho se hubo ido, se levantó David del lado del sur, y se inclinó tres veces postrándose hasta la tierra: y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro, aunque David lloró más.

2 Samuel 15:32

Y aconteció que cuando David llegó a la cumbre del monte para adorar allí a Dios, he aquí Husai arquita que le salió al encuentro, trayendo rota su ropa, y tierra sobre su cabeza.

Ester 4:16

Ve, y junta a todos los judíos que se hallan en Susán, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y así entraré al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.

Ester 5:1

Y aconteció que al tercer día se vistió Esther su vestido real, y se puso en el patio interior de la casa del rey, frente al aposento del rey; y el rey estaba sentado en su trono regio en el aposento real, frente a la puerta del aposento.

Salmos 66:3

Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.

Oseas 6:2

Nos dará vida después de dos días; al tercer día nos resucitará y viviremos delante de Él.

Joel 2:13

Rasgad vuestro corazón, y no vuestras vestiduras; y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque Él es misericordioso y clemente, tardo para la ira, y grande en misericordia, y que se arrepiente del castigo.

Mateo 12:40

Porque como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches; así estará el Hijo del Hombre tres días y tres noches en el corazón de la tierra.

Mateo 16:21

Desde aquel tiempo comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.

Apocalipsis 3:9

He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y adoren delante de tus pies, y que reconozcan que yo te he amado.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)