2 Samuel 11:8

Después dijo David a Urías: Desciende a tu casa, y lava tus pies. Y saliendo Urías de casa del rey, vino tras de él comida real.

Génesis 18:4

Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol,

Génesis 19:2

Y dijo: Señores míos, he aquí os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y paséis en ella la noche, y lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, sino que en la plaza pasaremos la noche.

Génesis 43:24

Y aquel varón trajo a los hombres a casa de José: y les dio agua, y lavaron sus pies: y dio de comer a sus asnos.

Génesis 43:34

Y él tomó viandas de delante de sí para ellos; mas la porción de Benjamín era cinco veces mayor que cualquiera de las de ellos. Y bebieron y se alegraron con él.

Salmos 12:2

Mentira habla cada uno con su prójimo; Hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón.

Salmos 44:21

¿No demandaría Dios esto? Porque Él conoce los secretos del corazón.

Salmos 55:21

Las palabras de su boca fueron más blandas que mantequilla, pero guerra había en su corazón: Suavizó sus palabras más que el aceite, mas ellas fueron espadas desenvainadas.

Isaías 29:15

¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras son en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?

Lucas 7:44

Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, no me diste agua para mis pies; mas ésta ha lavado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con los cabellos de su cabeza.

Lucas 12:2

Porque nada hay encubierto, que no haya de ser revelado; ni oculto, que no haya de saberse.

Hebreos 4:13

Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de Aquél a quien tenemos que dar cuenta.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)