2 Timoteo 1:6
Por lo cual te aconsejo que avives el don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.
1 Timoteo 4:14
No descuides el don que está en ti, que te fue dado por profecía con la imposición de las manos del presbiterio.
1 Tesalonicenses 5:19
No apaguéis el Espíritu.
Éxodo 35:26
Y todas las mujeres cuyo corazón las levantó en sabiduría, hilaron pelo de cabras.
Éxodo 36:2
Y Moisés llamó a Bezaleel y a Aholiab, y a todo varón sabio de corazón, en cuyo corazón había dado Jehová sabiduría, y a todo hombre a quien su corazón le movió a venir a la obra para trabajar en ella.
Isaías 43:26
Hazme recordar, entremos en juicio juntamente; declara tú para justificarte.
Mateo 25:15-30
A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su facultad; y luego partió lejos.
Lucas 19:13
Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo.
Hechos 8:17-18
Entonces les impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo.
Hechos 19:6
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
Romanos 12:6-8
Teniendo, pues, diversidad de dones según la gracia que nos es dada, si profecía, profeticemos conforme a la medida de la fe;
1 Timoteo 4:6
Si esto propusieres a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido en las palabras de la fe y de la buena doctrina, la cual has alcanzado.
2 Timoteo 2:14
Recuérdales esto, y exhórtales delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, antes perjudica a los oyentes.
2 Timoteo 4:2
Predica la palabra; insta a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende; exhorta con toda paciencia y doctrina.
Hebreos 6:2
de la doctrina de bautismos, y de la imposición de manos, y de la resurrección de los muertos, y del juicio eterno.
1 Pedro 4:10-11
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
2 Pedro 1:12
Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis afirmados en la verdad presente.
2 Pedro 3:1
Carísimos, esta segunda carta escribo ahora a vosotros; en la cual despierto vuestro sincero entendimiento, por recordatorio;
Judas 1:5
Quiero, pues, recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de la tierra de Egipto, después destruyó a los que no creyeron.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido