Huye también de las concupiscencias juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de corazón puro.

Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.

Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

Huid de la fornicación. Todo pecado que el hombre comete, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.

Pues el fin del mandamiento es el amor de corazón puro, y de buena conciencia, y de fe no fingida,

Ninguno tenga en poco tu juventud; sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en pureza.

BET. ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.

Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.

Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de las concupiscencias carnales que batallan contra el alma;

apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala.

y aun aquí tiene autoridad de los príncipes de los sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.

Amado, no sigas lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; mas el que hace lo malo, no ha visto a Dios.

Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto, y ahora he visto con alegría que tu pueblo, que aquí se ha hallado ahora, ha dado para ti espontáneamente.

«Oración de David» Oye, oh Jehová, justicia; está atento a mi clamor; escucha mi oración hecha de labios sin engaño.

Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado.

Escápate como el corzo de la mano del cazador, y como el ave de la mano del parancero.

El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; mas la oración de los rectos es su gozo.

Alégrate, joven, en tu adolescencia, y tome placer tu corazón en los días de tu juventud; y anda en los caminos de tu corazón, y en la vista de tus ojos; mas sabe, que sobre todas estas cosas te traerá Dios a juicio.

Y apedrearon a Esteban, mientras él invocaba a Dios y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu.

Porque el reino de Dios no es comida ni bebida; sino justicia, y paz, y gozo en el Espíritu Santo.

Así que, sigamos lo que ayuda a la paz y a la edificación de los unos a los otros.

Mas el Dios de la paciencia y de la consolación os dé que entre vosotros seáis de un mismo sentir según Cristo Jesús;

a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con todos los que en todo lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.

Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos habléis una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que seáis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.

Seguid la caridad; y desead los dones espirituales, mas sobre todo que profeticéis.

Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.

Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

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