El labrador que trabaja debe ser el primero en recibir su parte de los frutos.

¿Acaso para sembrar se pasa arando el labrador todo el día, abriendo y rastrillando su tierra?

Entonces dijo* a sus discípulos: La mies es mucha, pero los obreros pocos.

Porque el reino de los cielos es semejante a un hacendado que salió muy de mañana para contratar obreros para su viña.

Escuchad otra parábola. Había {una vez} un hacendado que PLANTO UNA VIÑA Y LA CERCO CON UN MURO, Y CAVO EN ELLA UN LAGAR Y EDIFICO UNA TORRE, la arrendó a unos labradores y se fue de viaje.

Y les decía: La mies es mucha, pero los obreros pocos; rogad, por tanto, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.

¿No decís vosotros: ``Todavía faltan cuatro meses, y {después} viene la siega"? He aquí, yo os digo: Alzad vuestros ojos y ved los campos que {ya} están blancos para la siega.

Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.

¿Quién ha servido alguna vez como soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿O quién cuida un rebaño y no bebe de la leche del rebaño?

Y todo lo hago por amor del evangelio, para ser partícipe de él.

Porque tenéis necesidad de paciencia, para que cuando hayáis hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

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