Amós 4:1
Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres, que quebrantáis a los menesterosos, que decís a sus señores: Traed, y beberemos.
Salmos 22:12
Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado.
Ezequiel 39:18
Comeréis carne de poderosos, y beberéis la sangre de príncipes de la tierra; de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes, de toros, engordados todos de Basán.
Amós 5:11
Por tanto, pues que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo; edificasteis casas de piedra labrada, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas no beberéis el vino de ellas.
Amós 6:1
¡Ay de los reposados en Sión, y de los confiados en el monte de Samaria, los que son llamados príncipes de las naciones, ante quienes acude la casa de Israel!
Éxodo 22:21-25
Y al extranjero no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
Deuteronomio 15:9-11
Guárdate que no haya en tu corazón perverso pensamiento, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión; y tu ojo sea maligno sobre tu hermano menesteroso para no darle: que él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te imputará a pecado.
Deuteronomio 28:33
El fruto de tu tierra y todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y sólo serás oprimido y quebrantado todos los días.
Deuteronomio 32:14-15
mantequilla de vacas y leche de ovejas, con grosura de corderos, y carneros de Basán; también machos cabríos, con lo mejor del trigo; y bebiste la sangre pura de la uva.
1 Reyes 16:24
Y compró él de Semer el monte de Samaria por dos talentos de plata, y edificó en el monte: y llamó el nombre de la ciudad que edificó, Samaria, del nombre de Semer, que fue dueño de aquel monte.
Job 20:19
Por cuanto quebrantó y desamparó a los pobres, y robó casas que él no edificó.
Salmos 12:5
Por la opresión de los pobres, por el gemido de los necesitados, ahora me levantaré, dice Jehová; los pondré a salvo del que contra ellos se engríe.
Salmos 140:12
Yo sé que Jehová amparará la causa del afligido, y el derecho de los menesterosos.
Proverbios 22:22-23
No robes al pobre, porque es pobre, ni oprimas en la puerta al afligido;
Proverbios 23:10-11
No remuevas el término antiguo, ni entres en la heredad de los huérfanos:
Eclesiastés 4:1
Y me volví yo, y vi todas las violencias que se hacen debajo del sol; y he aquí las lágrimas de los oprimidos, sin tener quien los consuele; y la fuerza estaba en la mano de sus opresores, y para ellos no había consolador.
Eclesiastés 5:8
Si opresión de pobres, y extorsión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto está mirando otro más alto, y uno más alto está sobre ellos.
Isaías 1:17-24
Aprended a hacer el bien; buscad juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, abogad por la viuda.
Isaías 5:8
¡Ay de los que juntan casa con casa, y añaden heredad a heredad hasta que ya no hay espacio! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra?
Isaías 58:6
¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, quitar las pesadas cargas, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?
Jeremías 5:26-29
Porque fueron hallados en mi pueblo hombres impíos; acechan como quien pone lazos; ponen trampa para cazar hombres.
Jeremías 6:6
Porque así dice Jehová de los ejércitos: Cortad árboles, y levantad baluarte junto a Jerusalén; ésta es la ciudad que toda ella ha de ser castigada; toda ella está llena de violencia.
Jeremías 7:6
y no oprimiereis al extranjero, al huérfano, y a la viuda, ni en este lugar derramareis la sangre inocente, ni anduviereis en pos de dioses ajenos para mal vuestro;
Jeremías 50:11
Porque os alegrasteis, porque os gozasteis destruyendo mi heredad, porque os llenasteis como becerra sobre la hierba, y mugís como toros;
Jeremías 50:27
Matad todos sus novillos; que vayan al matadero. ¡Ay de ellos! Porque ha venido su día, el tiempo de su castigo.
Jeremías 51:34
Me comió, me desmenuzó Nabucodonosor rey de Babilonia; me dejó como un vaso vacío, me tragó como dragón, llenó su vientre de mis delicadezas, y me echó fuera.
Ezequiel 22:7
Despreciaron en ti al padre y a la madre; al extranjero trataron con violencia en medio de ti; y despojaron en ti al huérfano y a la viuda.
Ezequiel 22:12
Precio recibieron en ti para derramar sangre; interés y usura tomaste, y a tus prójimos defraudaste con violencia; te olvidaste de mí, dice Jehová el Señor.
Ezequiel 22:27
Sus príncipes en medio de ella como lobos que arrebataban presa, derramando sangre, para destruir las almas, para obtener ganancia deshonesta.
Ezequiel 22:29
El pueblo de la tierra usaba de opresión y cometía robo, y al pobre y menesteroso hacían violencia, y al extranjero oprimían sin derecho.
Joel 3:3
y echaron suertes sobre mi pueblo, y a los niños dieron por una ramera, y vendieron las niñas por vino para beber.
Amós 2:6-8
Así dice Jehová: Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque vendieron por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos:
Amós 3:9-10
Haced pregonar sobre los palacios de Asdod, y sobre los palacios de tierra de Egipto, y decid: Reuníos sobre los montes de Samaria, y ved muchas opresiones en medio de ella, y violencias en medio de ella.
Amós 8:4-6
Oíd esto, los que devoráis a los menesterosos, y arruináis a los pobres de la tierra,
Miqueas 2:1-3
¡Ay de los que piensan iniquidad, y de los que fabrican el mal en sus camas! Cuando viene la mañana lo ponen en obra, porque tienen en su mano el poder.
Miqueas 3:1-3
Y dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y cabezas de la casa de Israel: ¿No pertenece a vosotros saber el derecho?
Zacarías 7:10-11
No oprimáis a la viuda, ni al huérfano, ni al extranjero, ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano.
Malaquías 3:5
Y vendré a vosotros a juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros; y contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y contra los que privan de su derecho al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.
Santiago 5:1-6
¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por vuestras miserias que os vendrán.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido