Apocalipsis 14:5

Y en su boca no ha sido hallado engaño, porque ellos son sin mácula delante del trono de Dios.

Salmos 32:2

Bienaventurado el hombre a quien no contará el SEÑOR la iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño.

Sofonías 3:13

El remanente de Israel no hará iniquidad, ni dirá mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa; porque ellos serán apacentados y dormirán, y no habrá quien los espante.

Juan 1:47

Jesús vio venir hacia sí a Natanael, y dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en el cual no hay engaño.

Judas 1:24

A aquel, pues, que es poderoso para guardaros sin pecado, y presentaros delante de su gloria irreprensibles, con grande alegría,

Efesios 5:27

para presentársela gloriosa para sí mismo, una Iglesia que no tuviera mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuera santa y sin mancha.

Salmos 34:13

Mem Guarda tu lengua de mal, y tus labios de hablar engaño.

Salmos 55:11

Agravios hay en medio de ella, y el fraude y engaño no se apartan de sus plazas.

Proverbios 8:8

En justicia son todas las razones de mi boca; no hay en ellas cosa perversa ni torcida.

Cantares 4:7

Toda tú eres hermosa, oh compañera mía y en ti no hay mancha.

Isaías 53:9

Y puso con los impíos su sepultura, y su muerte con los ricos; aunque nunca hizo él maldad, ni hubo engaño en su boca.

Daniel 6:4

Entonces los presidentes y gobernadores buscaban ocasiones contra Daniel por parte del reino; mas no podían hallar alguna ocasión o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue en él hallado.

Oseas 10:2

Se apartó su corazón. Ahora serán hallados culpables; él quebrantará sus altares, asolará sus estatuas.

Mateo 12:34

Generación de víboras, ¿cómo podéis hablar bien, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.

Lucas 23:4

Y Pilato dijo a los príncipes de los sacerdotes, y a la multitud: Ninguna culpa hallo en este hombre.

Colosenses 1:22

en el cuerpo de su carne por medio de la muerte, para haceros santos, y sin mancha, e irreprensibles delante de él;

1 Pedro 3:10

Porque: El que quiere amar la vida, y ver los días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño;

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