Y el templo se llenó con el humo de la gloria de Dios y de su poder; y nadie podía entrar al templo hasta que se terminaran las siete plagas de los siete ángeles.

Y se estremecieron los cimientos de los umbrales a la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.

Y sucedió que cuando los sacerdotes salieron del lugar santo, la nube llenó la casa del SEÑOR

Cuando los trompeteros y los cantores, al unísono, se hacían oír a una voz alabando y glorificando al SEÑOR, cuando levantaban sus voces acompañados por trompetas y címbalos e instrumentos de música, cuando alababan al SEÑOR {diciendo:} Ciertamente {El es} bueno porque su misericordia es para siempre, entonces la casa, la casa del SEÑOR, se llenó de una nube,

Entonces la nube cubrió la tienda de reunión y la gloria del SEÑOR llenó el tabernáculo.

Humo subió de su nariz, y el fuego de su boca consumía; carbones fueron por él encendidos.

La voz del SEÑOR hace parir a las ciervas, y deja los bosques desnudos, y en su templo todo dice: ¡Gloria!

Entonces el SEÑOR me dijo: Aunque Moisés y Samuel se presentaran ante mí, mi corazón no estaría con este pueblo; échalos de mi presencia, y que se vayan.

Te has cubierto de una nube para que no pase la oración.

¿Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!

Estos sufrirán el castigo de eterna destrucción, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,

Y vi otra señal en el cielo, grande y maravillosa: siete ángeles que tenían siete plagas, las últimas, porque en ellas se ha consumado el furor de Dios.

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Spanish: Sagradas Escrituras 1569