Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.

Y el cielo desapareció como un pergamino que se enrolla, y todo monte e isla fueron removidos de su lugar.

Y vi un gran trono blanco y al que {estaba} sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos.

contra todos los montes encumbrados, contra todos los collados elevados,

Miré a la tierra, y he aquí que {estaba} sin orden y vacía; y a los cielos, y no tenían luz.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

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La Nueva Biblia de los Hispanos
Spanish: Reina Valera Gómez
Spanish: Sagradas Escrituras 1569