Apocalipsis 17:1

Y vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo, diciéndome: Ven acá, y te mostraré la condenación de la gran ramera, la cual está sentada sobre muchas aguas;

Jeremías 51:13

Oh tú que habitas entre muchas aguas, rica en tesoros, ha venido tu fin, la medida de tu codicia.

Apocalipsis 19:2

Porque sus juicios son justos y verdaderos; porque Él ha juzgado a la gran ramera, que ha corrompido la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.

Apocalipsis 21:9

Y vino a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.

Apocalipsis 15:1

Y vi en el cielo otra señal, grande y admirable; siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas es consumada la ira de Dios.

Apocalipsis 16:19

Y la gran ciudad fue partida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del furor de su ira.

Isaías 1:21

¡Cómo se ha convertido en ramera la ciudad fiel! Llena estuvo de juicio, en ella habitó justicia, mas ahora, homicidas.

Isaías 57:3

Mas vosotros llegaos acá, hijos de la agorera, generación del adúltero y de la ramera.

Jeremías 2:20

Porque desde hace mucho quebré tu yugo, y rompí tus ataduras; y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso corrías tú, oh ramera.

Nahúm 3:4-5

A causa de la multitud de las fornicaciones de la ramera de hermosa gala, maestra de hechizos, que vende a las naciones con sus fornicaciones, y a los pueblos con sus hechizos.

Apocalipsis 15:6-7

y salieron del templo los siete ángeles, que tenían las siete plagas, vestidos de un lino puro y resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro.

Apocalipsis 17:1-17

Y vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo, diciéndome: Ven acá, y te mostraré la condenación de la gran ramera, la cual está sentada sobre muchas aguas;

Apocalipsis 18:16-19

y diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad, que estaba vestida de lino fino y de púrpura y de escarlata, y adornada con oro y piedras preciosas y perlas!

Lucas 9:30

Y he aquí dos varones que hablaban con Él, los cuales eran Moisés y Elías;

Lucas 24:32

Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?

Apocalipsis 4:1

Después de estas cosas miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, era como de trompeta que hablaba conmigo, diciendo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de ser después de éstas.

Apocalipsis 21:15

Y el que hablaba conmigo, tenía una caña de oro para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)