Y llorarán y se lamentarán sobre ella los reyes de la tierra, los cuales han fornicado con ella, y han vivido en deleites, cuando ellos vieren el humo de su incendio,

con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los que moran en la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.

Y otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y su humo subió para siempre jamás.

Entonces todos los príncipes del mar descenderán de sus tronos, y se quitarán sus mantos, y desnudarán sus ropas bordadas; se vestirán de espanto, se sentarán sobre la tierra, y temblarán a cada momento, y estarán ante ti atónitos.

y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad?

Al grito de la toma de Babilonia la tierra tembló, y el clamor se oyó entre las naciones.

Y el humo del tormento de ellos sube para siempre jamás; y los que adoran a la bestia y a su imagen no tienen reposo ni de día ni de noche, ni cualquiera que reciba la marca de su nombre.

Cuanto ella se ha glorificado, y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto.

Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos apóstoles y profetas; porque Dios os ha vengado en ella.

Y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura miró; y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno.

(Azufre y sal, calcinada está toda su tierra; no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella hierba alguna, como en la destrucción de Sodoma y de Gomorra, de Adma y de Zeboim, que Jehová destruyó en su furor y en su ira);

Se alegrará el justo cuando viere la venganza; sus pies lavará en la sangre del impío.

Y Babilonia, hermosura de reinos y ornamento de la grandeza de los caldeos, será como Sodoma y Gomorra, a las que trastornó Dios.

Porque Tofet ya de tiempo está dispuesta y preparada para el rey, Él la hizo profunda y ancha; cuya pira es de fuego, y mucha leña; el soplo de Jehová, como torrente de azufre, la enciende.

Y sus arroyos se tornarán en brea, y su polvo en azufre, y su tierra en brea ardiente.

Como Dios destruyó a Sodoma y a Gomorra y a las ciudades vecinas, dice Jehová, así no morará allí hombre, ni hijo de hombre la habitará.

Y entristeceré el corazón de muchos pueblos, cuando traiga tu destrucción entre las naciones, por las tierras que no conociste.

Y clamaba fuertemente y decía así: Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle su follaje, y derramad su fruto: váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas.

Aúlla, oh ciprés, porque el cedro cayó, porque los poderosos son derribados. Aullad, alcornoques de Basán, porque el bosque espeso es derribado.

Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; mas recibirán potestad por una hora como reyes con la bestia.

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Reina Valera Gómez (© 2010)

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