Apocalipsis 2:25

Pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga.

Apocalipsis 3:11

He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.

Juan 14:3

Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo; para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

Juan 21:22-23

Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Tú sígueme.

Hechos 11:28

Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que había de haber una gran hambre en toda la tierra; lo cual sucedió en tiempo de Claudio César.

Romanos 12:9

El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, apegaos a lo bueno.

1 Corintios 4:5

Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual también traerá a luz lo encubierto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno tendrá de Dios la alabanza.

1 Corintios 11:26

Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que Él venga.

1 Tesalonicenses 5:21

Examinadlo todo; retened lo bueno.

Hebreos 3:6

pero Cristo, como hijo sobre su casa; la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y la gloria de la esperanza.

Hebreos 4:14

Por tanto, teniendo un gran Sumo Sacerdote, que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.

Hebreos 10:23

Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra fe; que fiel es el que prometió;

2 Pedro 3:10

Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.

Apocalipsis 1:7

He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron, y todos los linajes de la tierra harán lamentación a causa de Él. Así sea. Amén.

Apocalipsis 3:3

Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído, y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velares, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.

Apocalipsis 22:7

He aquí, yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.

Apocalipsis 22:20

El que da testimonio de estas cosas, dice: Ciertamente vengo en breve. Amén, así sea. Ven: Señor Jesús.

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Reina Valera Gómez (© 2010)