y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, oh Señor santo y verdadero, esperarás para juzgar y vengar nuestra sangre de los que moran en la tierra?

Entonces respondió el ángel del SEÑOR y dijo: Oh SEÑOR de los ejércitos, ¿hasta cuándo seguirás sin compadecerte de Jerusalén y de las ciudades de Judá, contra las cuales has estado indignado estos setenta años?

Y escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: ``El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre, dice esto:

PORQUE SUS JUICIOS SON VERDADEROS Y JUSTOS, pues ha juzgado a la gran ramera que corrompía la tierra con su inmoralidad, y HA VENGADO LA SANGRE DE SUS SIERVOS EN ELLA.

Porque el SEÑOR vindicará a su pueblo y tendrá compasión de sus siervos, cuando vea que {su} fuerza se ha ido, y que nadie {queda,} ni siervo ni libre.

¿Y no hará Dios justicia a sus escogidos, que claman a El día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?

Y las naciones se enfurecieron, y vino tu ira y {llegó} el tiempo de juzgar a los muertos y de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.

Y El {le} dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.

Sansón invocó al SEÑOR y dijo: Señor DIOS, te ruego que te acuerdes de mí, y te suplico que me des fuerzas sólo esta vez, oh Dios, para vengarme ahora de los filisteos por mis dos ojos.

Juzgue el SEÑOR entre tú y yo y que el SEÑOR me vengue de ti, pero mi mano no será contra ti.

Porque el que pide cuentas de la sangre {derramada,} se acuerda de ellos; no olvida el clamor de los afligidos.

Para el director del coro. Salmo de David. ¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?

¿Hasta cuándo, Señor, estarás mirando? Rescata mi alma de sus estragos, mi única {vida} de los leones.

El justo se alegrará cuando vea la venganza, se lavará los pies en la sangre de los impíos;

No vemos nuestras señales; ya no queda profeta, ni hay entre nosotros quien sepa hasta cuándo.

¿Por qué han de decir las naciones: Dónde está su Dios? Sea notoria entre las naciones, a nuestra vista, la venganza por la sangre derramada de tus siervos.

¿Hasta cuándo los impíos, SEÑOR, hasta cuándo los impíos se regocijarán?

para proclamar el año favorable del SEÑOR, y el día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran,

¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosra con vestiduras de colores brillantes; éste, majestuoso en su ropaje, que marcha en la plenitud de su fuerza? Soy yo que hablo en justicia, poderoso para salvar.

Oí entonces hablar a un santo, y otro santo dijo al que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del sacrificio continuo, de la transgresión que espanta, y de que el lugar santo y el ejército sean pisoteados?

Y {uno de ellos} dijo al hombre vestido de lino que estaba sobre las aguas del río: ¿Para cuándo {será} el fin de {estas} maravillas?

porque estos son días de venganza, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.

Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino dad lugar a la ira {de Dios,} porque escrito está: MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARE, dice el Señor.

Porque después de todo, es justo delante de Dios retribuir con aflicción a los que os afligen,

y a Jesús, el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que {la sangre} de Abel.

`Porque has guardado la palabra de mi perseverancia, yo también te guardaré de la hora de la prueba, esa {hora} que está por venir sobre todo el mundo para poner a prueba a los que habitan sobre la tierra.

Y cantaban* el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: ¡Grandes y maravillosas son tus obras, oh Señor Dios, Todopoderoso! ¿Justos y verdaderos son tus caminos, oh Rey de las naciones!

Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, el que eres, y el que eras, oh Santo, porque has juzgado estas cosas;

Regocíjate sobre ella, cielo, y {también vosotros,} santos, apóstoles y profetas, porque Dios ha pronunciado juicio por vosotros contra ella.

Y en ella fue hallada la sangre de los profetas, de los santos y de todos los que habían sido muertos sobre la tierra.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso

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Reina Valera 1909
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
La Biblia de las Américas
La Nueva Biblia de los Hispanos
Spanish: Reina Valera Gómez
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