Cantares 6:9
Mas una es la paloma mía, la perfecta mía; Es la única de su madre, la preferida de la que la engendró. La vieron las doncellas, y la llamaron bienaventurada; las reinas y las concubinas, y la alabaron.
Cantares 5:2
Yo dormía, pero mi corazón velaba: La voz de mi amado que llamaba: Ábreme, hermana mía, amada mía, paloma mía, perfecta mía; porque mi cabeza está llena de rocío, mis cabellos de las gotas de la noche.
Cantares 2:14
Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; porque dulce es tu voz, y hermoso tu aspecto.
Génesis 30:13
Y dijo Lea: ¡Qué dicha la mía! porque las mujeres me dirán bienaventurada; y llamó su nombre Aser.
Números 23:9
Porque de la cumbre de las peñas lo veré, y desde los collados lo miraré: He aquí un pueblo que habitará apartado, y no será contado entre las naciones.
Deuteronomio 4:6-7
Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque ésta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es ésta.
Deuteronomio 33:29
Bienaventurado tú, oh Israel, ¿Quién como tú, pueblo salvo por Jehová, escudo de tu socorro, y espada de tu excelencia? Así que tus enemigos serán humillados, y tú hollarás sobre sus lugares altos.
Salmos 45:9
Hijas de reyes hay entre tus mujeres ilustres: La reina está a tu diestra, con oro de Ofir.
Salmos 126:2
Entonces nuestra boca se llenó de risa, y nuestra lengua de alabanza; entonces decían entre las gentes: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.
Proverbios 31:28-29
Se levantan sus hijos, y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba.
Gálatas 4:26
Mas la Jerusalén de arriba es libre; la cual es la madre de todos nosotros.
Efesios 4:3-6
solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
2 Tesalonicenses 1:10
cuando viniere para ser glorificado en sus santos, y para ser admirado en aquel día en todos los que creen (porque nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros).
Apocalipsis 21:9-10
Y vino a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido