Daniel 10:17
¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con este mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me ha quedado aliento.
Éxodo 24:10-11
Y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno.
Isaías 6:1-5
En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y el borde de su vestidura llenaba el templo.
Génesis 32:20
Y diréis también: He aquí tu siervo Jacob viene tras nosotros. Porque dijo: Apaciguaré su ira con el presente que va delante de mí, y después veré su rostro; quizá le seré acepto.
Éxodo 33:20
Dijo más: No podrás ver mi rostro: porque no me verá hombre, y vivirá.
Jueces 6:22
Y viendo Gedeón que era el Ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al Ángel de Jehová cara a cara.
Jueces 13:21-23
Y el Ángel de Jehová no volvió a aparecer a Manoa ni a su esposa. Entonces conoció Manoa que era el Ángel de Jehová.
Mateo 22:43-44
Él les dijo: ¿Cómo entonces David en el Espíritu le llama Señor, diciendo:
Marcos 12:36
Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies.
Juan 1:18
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido