Daniel 5:18
El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor tu padre el reino, y la grandeza, y la gloria, y la honra.
Daniel 2:37-38
Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fortaleza y majestad.
Daniel 4:17
La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la demanda: para que conozcan los vivientes que el Altísimo señorea en el reino de los hombres, y que a quien Él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres.
Deuteronomio 32:8
Cuando el Altísimo dio a las naciones su herencia, cuando separó a los hijos de los hombres, estableció los términos de los pueblos según el número de los hijos de Israel.
Salmos 7:17
Alabaré a Jehová conforme a su justicia, y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo.
Salmos 9:2
Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo;
Salmos 47:2
Porque Jehová el Altísimo es terrible; Rey grande sobre toda la tierra.
Salmos 92:8
Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo.
Jeremías 27:7
Y todas las naciones le servirán a él, y a su hijo, y al hijo de su hijo, hasta que venga también el tiempo de su misma tierra; y entonces muchas naciones y grandes reyes se servirán de él.
Lamentaciones 3:35
hacer apartar el derecho del hombre ante la presencia del Altísimo,
Lamentaciones 3:38
¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno?
Daniel 3:17-18
He aquí nuestro Dios a quien servimos, puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.
Daniel 4:2
Me ha parecido bien publicar las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo.
Daniel 4:22-25
eres tú mismo, oh rey, que creciste, y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza, y ha llegado hasta el cielo, y tu señorío hasta el cabo de la tierra.
Daniel 4:32
Y de entre los hombres te echan, y con las bestias del campo será tu morada, y como a los bueyes te apacentarán: y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo señorea en el reino de los hombres, y que a quien Él quiere lo da.
Daniel 6:22
El Dios mío envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen mal: porque delante de Él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho ningún mal.
Hechos 7:48
Si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano; como el profeta dice:
Hechos 26:13
al mediodía, oh rey, yendo en el camino vi una luz del cielo, que sobrepasaba el resplandor del sol, iluminando en derredor de mí y de los que iban conmigo.
Hechos 26:19
Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial,
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido