todavía estaba yo hablando en oración, cuando Gabriel, el hombre a quien había visto en la visión al principio, se me acercó, estando yo muy cansado, como a la hora de la ofrenda de la tarde.

Y oí una voz de hombre entre {las márgenes} del Río Ulai, que gritaba: ``Gabriel, explícale a éste la visión."

El ángel le respondió: ``Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas.

Y a la hora de ofrecerse el sacrificio de la {tarde}, el profeta Elías se acercó y dijo: ``Oh SEÑOR, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que Tú eres Dios en Israel, que yo soy Tu siervo y que he hecho todas estas cosas por palabra Tuya.

Y uno semejante a un hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: ``Señor mío, a causa de la visión me ha invadido la angustia y me he quedado sin fuerzas.

"Ofrecerás uno de los corderos por la mañana y el otro cordero {lo} ofrecerás al atardecer.

Bendigan al SEÑOR, ustedes Sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutan Su mandato, Obedeciendo la voz de Su palabra.

Por encima de El había serafines. Cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban.

Mientras él hablaba conmigo, caí en un sueño profundo con mi rostro en tierra. El me tocó y me hizo incorporar donde yo estaba.

¿No son todos ellos espíritus ministradores, enviados para servir por causa de los que heredarán la salvación?

Entonces se reunieron conmigo todos los que temblaban ante las palabras del Dios de Israel por causa de la infidelidad de los desterrados, y estuve sentado atónito hasta la ofrenda de la tarde.

Que hace de los vientos Sus mensajeros, {Y} de las llamas de fuego Sus ministros.

Entonces voló hacia mí uno de los serafines con un carbón encendido en su mano, que había tomado del altar con las tenazas.

{Así eran} sus caras. Sus alas se extendían por encima; con dos se tocaban entre sí y con dos cubrían su cuerpo.

Y los seres vivientes corrían de un lado a otro como el fulgor del relámpago.

Entonces, una mano me tocó, y me hizo temblar sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos.

Entonces el que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez y me fortaleció,

Y alrededor de la hora novena (3 p.m.), Jesús exclamó a gran voz, diciendo: ``ELI, ELI, ¿LEMA SABACTANI?" Esto es: ``DIOS MIO, DIOS MIO, ¿POR QUE ME HAS ABANDONADO?"

{Cierto día} Pedro y Juan subían al templo a la hora novena (3 p.m.), la hora de la oración.

Como a la hora novena (3 p.m.), vio claramente en una visión a un ángel de Dios que entraba a {donde} él {estaba} y le decía: ``Cornelio."

Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar como al mediodía.

De repente se le apareció un ángel del Señor, y una luz brilló en la celda; y {el ángel} tocó a Pedro en el costado, y lo despertó diciéndole: ``Levántate pronto." Y las cadenas se cayeron de las manos de Pedro.

De los ángeles dice: ``EL QUE HACE A SUS ANGELES, ESPIRITUS, Y A SUS MINISTROS, LLAMA DE FUEGO."

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso

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