Daniel 9:7

Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como el día de hoy es a todo hombre de Judá, y a los moradores de Jerusalén, y a todo Israel, a los de cerca y a los de lejos, en todas las tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que contra ti se rebelaron.

Deuteronomio 4:27

Y el SEÑOR os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos hombres en número entre los gentiles a las cuales os llevará el SEÑOR.

Salmos 44:15

Cada día mi vergüenza está delante de mí, y me cubre la confusión de mi rostro,

Jeremías 3:25

Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre, porque pecamos contra el SEÑOR nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día; y no oímos la voz del SEÑOR nuestro Dios.

Jeremías 2:26-27

Como se avergüenza el ladrón cuando es tomado, así se avergonzarán la Casa de Israel, ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes, y sus profetas;

Daniel 9:14

Y se apresuró el SEÑOR sobre el castigo, y lo trajo sobre nosotros; porque justo es el SEÑOR nuestro Dios en todas sus obras que hizo, porque no escuchamos su voz.

Amós 9:9

Porque he aquí yo mandaré, y haré que la Casa de Israel sea zarandeada entre todos los gentiles, como se zarandea el grano en un harnero, y no cae un granito a tierra.

Levítico 26:33-34

y a vosotros os esparciré por los gentiles, y desenvainaré cuchillo en pos de vosotros; y vuestra tierra estará asolada, y desiertas vuestras ciudades.

Deuteronomio 32:4

Del Fuerte, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y ninguna iniquidad en él ; es justo y recto.

2 Reyes 17:6-7

En el año nueve de Oseas tomó el rey de Asiria a Samaria, y trasportó a Israel a Asiria, y los puso en Halah, y en Habor, junto al río de Gozán, y en las ciudades de los Medos.

Esdras 9:6-7

y dije: Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti; porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han crecido hasta el cielo.

Esdras 9:13

Mas después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras malas obras, y a causa de nuestro delito grande (ya que tú, Dios nuestro, estorbaste que fuésemos oprimidos a causa de nuestras iniquidades, y nos diste semejante escapadura);

Nehemías 9:33

Pero tú eres justo en todo lo que ha venido sobre nosotros; porque rectamente has hecho, mas nosotros hemos hecho lo malo;

Salmos 51:4

Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio.

Salmos 51:14

Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salud; cantará mi lengua tu justicia.

Salmos 119:137

TSADE Justo eres tú, oh SEÑOR, y rectos tus juicios.

Isaías 11:11

Y acontecerá en aquel tiempo, que el SEÑOR tornará a poner otra vez su mano, para poseer el remanente de su pueblo que fue dejado de Assur, y de Egipto, y de Patros, y de Etiopía, y de Elam, y de Caldea, y de Hamat, y de las islas del mar.

Isaías 45:16

Se avergonzarán, y todos ellos se afrentarán; irán con vergüenza todos los fabricadores de imágenes.

Jeremías 12:1

Justo eres tú, oh SEÑOR, aunque yo dispute contigo; hablaré empero juicios contigo. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos? Tienen paz todos los que se rebelan completamente contra ti .

Jeremías 24:9

Y los daré por escarnio, por mal a todos los reinos de la tierra; por infamia, y por ejemplo, y por refrán, y por maldición a todos los lugares adonde yo los arrojaré.

Ezequiel 16:63

Para que te acuerdes, y te avergüences, y nunca más abras la boca a causa de tu vergüenza, cuando me aplacare para contigo de todo lo que hiciste, dijo el Señor DIOS.

Ezequiel 36:31

Y os acordaréis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron buenas; y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades, y por vuestras abominaciones.

Daniel 9:8

Oh SEÑOR, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes, y de nuestros padres; porque contra ti pecamos.

Lucas 23:40-41

Y respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun tú temes a Dios, estando en la misma condenación?

Hechos 2:5-11

(Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones religiosos, de todas las naciones que están debajo del cielo.)

Romanos 6:21

¿Qué fruto, pues, teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)