Deuteronomio 11:17

No sea que la ira del SEÑOR se encienda contra vosotros, y cierre los cielos y no haya lluvia y la tierra no produzca su fruto, y pronto perezcáis en la buena tierra que el SEÑOR os da.

Deuteronomio 4:26

pongo hoy por testigo contra vosotros al cielo y a la tierra, que pronto seréis totalmente exterminados de la tierra donde vais a pasar el Jordán para poseerla. No viviréis por mucho tiempo en ella, sino que seréis totalmente destruidos.

Deuteronomio 6:15

porque el SEÑOR tu Dios, que está en medio de ti, es Dios celoso, no sea que se encienda la ira del SEÑOR tu Dios contra ti, y El te borre de la faz de la tierra.

1 Reyes 8:35

Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluvia por haber ellos pecado contra ti, y oren hacia este lugar y confiesen tu nombre, y se vuelvan de su pecado cuando tú los aflijas,

2 Crónicas 6:26

Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluvia por haber ellos pecado contra ti, y oren hacia este lugar y confiesen tu nombre, y se vuelvan de su pecado cuando tú los aflijas,

2 Crónicas 7:13

Si cierro los cielos para que no haya lluvia, o si mando la langosta a devorar la tierra, o si envío la pestilencia entre mi pueblo,

Deuteronomio 28:23-24

Y el cielo que está encima de tu cabeza será de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro.

Amós 4:7

Y además os retuve la lluvia cuando aún {faltaban} tres meses para la siega; hice llover sobre una ciudad y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovía, y la parte donde no llovía, se secó.

Deuteronomio 8:19-20

Y sucederá que si alguna vez te olvidas del SEÑOR tu Dios, y vas en pos de otros dioses, y los sirves y los adoras, yo testifico contra vosotros hoy, que ciertamente pereceréis.

Deuteronomio 30:17-18

Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, sino que te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y los sirves,

Josué 23:13-16

ciertamente sabed que el SEÑOR vuestro Dios no continuará expulsando a estas naciones de delante de vosotros, sino que serán como lazo y trampa para vosotros, como azote en vuestros costados y como espinas en vuestros ojos, hasta que perezcáis de sobre esta buena tierra que el SEÑOR vuestro Dios os ha dado.

1 Reyes 17:1

Entonces Elías tisbita, {que era} de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive el SEÑOR, Dios de Israel, delante de quien estoy, que ciertamente no habrá rocío ni lluvia en estos años, sino por la palabra de mi boca.

Jeremías 14:1-6

Lo que vino como palabra del SEÑOR a Jeremías respecto a la sequía:

Hageo 1:9-11

Esperáis mucho, pero he aquí, {hay} poco; y lo que traéis a casa, yo lo aviento. ¿Por qué? --declara el SEÑOR de los ejércitos--. Por causa de mi casa que está desolada, mientras cada uno de vosotros corre a su casa.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido