Deuteronomio 19:13

No le perdonará tu ojo; y quitarás de Israel la sangre inocente, y te irá bien.

1 Reyes 2:31

Y el rey le dijo: Haz como él ha dicho; mátale y entiérralo, y quita de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab ha derramado injustamente.

Deuteronomio 7:2

Y cuando Jehová tu Dios las hubiere entregado delante de ti, las herirás; del todo las destruirás; no harás con ellos alianza, ni les tendrás misericordia.

Deuteronomio 7:16

Y consumirás a todos los pueblos que te da Jehová tu Dios; no los perdonará tu ojo; ni servirás a sus dioses, porque te será tropiezo.

Deuteronomio 21:9

Y tú quitarás la culpa de la sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres lo que es recto a los ojos de Jehová.

Deuteronomio 25:12

La cortarás entonces la mano, no la perdonará tu ojo.

Génesis 9:6

El que derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.

Levítico 24:17

Asimismo el hombre que hiera de muerte a cualquier persona, que sufra la muerte.

Levítico 24:21

El que hiere algún animal, ha de restituirlo; mas el que hiere de muerte a un hombre, que muera.

Números 35:33-34

Y no contaminaréis la tierra donde estuviereis: porque esta sangre amancillará la tierra; y la tierra no será expiada de la sangre que fue derramada en ella, sino por la sangre del que la derramó.

Deuteronomio 13:8

no consentirás con él, ni le darás oído; ni tu ojo le perdonará, ni tendrás compasión, ni lo encubrirás;

2 Samuel 21:1

Y hubo hambre en los días de David por tres años consecutivos. Y David consultó a Jehová, y Jehová le dijo: Es por Saúl, y por aquella casa de sangre; porque mató a los gabaonitas.

2 Samuel 21:14

Y sepultaron los huesos de Saúl y los de su hijo Jonatán en tierra de Benjamín, en Sela, en el sepulcro de Cis su padre; e hicieron todo lo que el rey había mandado. Y Dios fue benévolo con la tierra después de esto.

Ezequiel 16:5

No hubo ojo que se compadeciese de ti, para hacerte algo de esto, teniendo de ti misericordia; sino que fuiste echada sobre la faz del campo, con menosprecio de tu vida, en el día que naciste.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)