Deuteronomio 2:14
Y el tiempo que anduvimos de Cades-barnea hasta que pasamos el arroyo de Zered, fue de treinta y ocho años; hasta que se acabó toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento, como Jehová les había jurado.
Deuteronomio 1:34-35
Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras, y se enojó, y juró diciendo:
Números 13:26
Y anduvieron y vinieron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades, y les dieron la respuesta, y a toda la congregación, y les mostraron el fruto de la tierra.
Números 26:64-65
Y entre éstos ninguno hubo de los contados por Moisés y Aarón el sacerdote, los cuales contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí.
Deuteronomio 1:2
Once jornadas hay desde Horeb, camino del monte de Seir, hasta Cades-barnea.
Deuteronomio 1:19
Y habiendo salido de Horeb, anduvimos todo aquel grande y terrible desierto que habéis visto, por el camino del monte del amorreo, como Jehová nuestro Dios nos lo mandó; y llegamos hasta Cades-barnea.
Salmos 95:11
Por tanto, juré en mi ira que no entrarían en mi reposo.
Ezequiel 20:15
Y también yo les alcé mi mano en el desierto, jurando que no los metería en la tierra que les había dado, que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras;
Números 14:28-35
Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros:
Números 32:11
Ninguno de los varones que subieron de Egipto de veinte para años arriba, verá la tierra por la cual juré a Abraham, Isaac, y Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí;
Deuteronomio 1:46
Y estuvisteis en Cades por muchos días, de acuerdo a los días que habéis estado allí.
Salmos 90:3
Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, y dices: Convertíos, hijos de los hombres.
Salmos 90:9
Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; acabamos nuestros años como un pensamiento.
Salmos 106:26
Por lo que alzó su mano contra ellos, para derrocarlos en el desierto,
1 Corintios 10:5
Pero Dios no se agradó de muchos de ellos; por lo cual quedaron postrados en el desierto.
Hebreos 3:8-19
no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,
Judas 1:5
Quiero, pues, recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de la tierra de Egipto, después destruyó a los que no creyeron.
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