Deuteronomio 26:15

Mira desde la morada de tu santidad, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.

Isaías 63:15

Mira desde el cielo, desde la morada de tu santidad, y de tu gloria. ¿Dónde está tu celo, y tu fortaleza, la conmoción de tus entrañas, y de tus miseraciones para conmigo? ¿Se han estrechado?

Zacarías 2:13

Calle toda carne delante del SEÑOR, porque él se ha despertado de su santa morada.

Deuteronomio 26:7

Y clamamos al SEÑOR Dios de nuestros padres; y el SEÑOR oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, y nuestro trabajo, y nuestra opresión.

1 Reyes 8:27

¿Es verdad que Dios haya de morar sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta Casa que yo he edificado?

1 Reyes 8:43

tú oirás en los cielos, en la habitación de tu morada, y harás conforme a todo aquello por lo cual el extranjero hubiere clamado a ti; para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman, como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es invocado sobre esta Casa que yo edifiqué.

Salmos 28:9

Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; y pastoréalos y ensálzalos para siempre.

Salmos 51:18

Haz bien con tu voluntad a Sion; edifica los muros de Jerusalén.

Salmos 90:17

Y sea la hermosura del SEÑOR nuestro Dios sobre nosotros; y enderezca sobre nosotros la obra de nuestras manos, la obra de nuestras manos enderezca.

Salmos 102:19-20

Porque miró de lo alto de su santuario; el SEÑOR miró de los cielos a la tierra,

Salmos 115:12-15

El SEÑOR se acordó de nosotros; bendecirá sobremanera a la casa de Israel; bendecirá a la casa de Aarón.

Salmos 137:5-6

Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, mi diestra sea olvidada.

Isaías 57:15

Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita en eternidad, y cuyo nombre es El Santo, que tengo por morada la altura y la santidad; y con el quebrantado y abatido de espíritu habito , para hacer vivir el espíritu de los abatidos, y para hacer vivir el corazón de los quebrantados.

Isaías 61:1

El espíritu del Señor DIOS es sobre mí, porque me ungió el SEÑOR; me envió a predicar a los abatidos, a atar las llagas de los quebrantados de corazón; a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;

Isaías 66:1-2

El SEÑOR dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra, estrado de mis pies; ¿dónde quedará esta Casa que me habréis edificado, y dónde quedará este lugar de mi reposo?

Jeremías 31:23

Así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: Aun dirán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo convertiré su cautiverio: el SEÑOR te bendiga, oh Morada de justicia y monte de santidad.

Mateo 6:9

Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre.

Hechos 7:49

El cielo es mi trono, y la tierra es el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis?, Dice el Señor; ¿o cuál es el lugar de mi reposo?

Hebreos 6:13-18

Porque prometiendo Dios a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo,

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)