Deuteronomio 28:27

Jehová te herirá de la plaga de Egipto, y con almorranas, y con sarna, y con comezón, de que no puedas ser curado.

1 Samuel 5:6

Y se agravó la mano de Jehová sobre los de Asdod, y los destruyó, y los hirió con hemorroides en Asdod y en todos sus términos.

Éxodo 9:9

y vendrá a ser polvo sobre toda la tierra de Egipto, el cual originará sarpullido que cause úlceras en los hombres y en las bestias, por todo el país de Egipto.

Levítico 21:20

o jorobado, o enano, o que tuviere nube en el ojo, o que tenga sarna, o empeine, o que tenga testículo dañado.

Deuteronomio 28:35

Jehová te herirá con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, sin que puedas ser curado; desde la planta de tu pie hasta tu coronilla.

Éxodo 9:11

Y los encantadores no podían estar delante de Moisés a causa del sarpullido, porque hubo sarpullido en los encantadores y en todos los egipcios.

Éxodo 15:26

y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu Sanador.

Levítico 13:2-8

Cuando el hombre tuviere en la piel de su carne hinchazón, o erupción, o mancha blanca, y hubiere en la piel de su carne como llaga de lepra, será traído a Aarón el sacerdote, o a uno de sus hijos los sacerdotes:

Deuteronomio 28:60-61

Y traerá sobre ti todas las enfermedades de Egipto, de las cuales tenías temor, y se te pegarán.

1 Samuel 5:9

Y aconteció que cuando la hubieron pasado, la mano de Jehová fue contra la ciudad con gran quebrantamiento; e hirió a los hombres de aquella ciudad desde el chico hasta el grande, y se llenaron de hemorroides.

1 Samuel 5:12

Y los que no morían, eran heridos de hemorroides; y el clamor de la ciudad subía al cielo.

Salmos 78:66

e hirió a sus enemigos en las partes posteriores; les dio afrenta perpetua.

Isaías 3:17

Por tanto, el Señor raerá la cabeza de las hijas de Sión, y Jehová descubrirá sus vergüenzas.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)