Deuteronomio 33:2

Dijo: El SEÑOR vino del Sinaí y les esclareció desde Seir; resplandeció desde el monte Parán, y vino de en medio de diez millares de santos; a su diestra había fulgor centellante para ellos.

Habacuc 3:3

Dios viene de Temán, y el Santo, del monte Parán. (Selah) Su esplendor cubre los cielos, y de su alabanza está llena la tierra.

Hechos 7:53

vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles y {sin embargo} no la guardasteis.

Salmos 68:17

Los carros de Dios son miríadas, millares y millares; el Señor está entre ellos en santidad, {como en el} Sinaí.

Apocalipsis 5:11

Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y {de} los seres vivientes y {de} los ancianos; y el número de ellos era miríadas de miríadas, y millares de millares,

Jueces 5:4-5

SEÑOR, cuando saliste de Seir, cuando marchaste del campo de Edom, la tierra tembló, también cayeron gotas del cielo, y las nubes destilaron agua.

Salmos 68:7-8

Oh Dios, cuando saliste al frente de tu pueblo, cuando marchaste por el desierto, (Selah)

Gálatas 3:19

Entonces, ¿para qué {fue dada} la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a la cual había sido hecha la promesa, {ley} que fue promulgada mediante ángeles por mano de un mediador.

Hebreos 2:2

Porque si la palabra hablada por medio de ángeles resultó ser inmutable, y toda transgresión y desobediencia recibió una justa retribución,

Judas 1:14

De éstos también profetizó Enoc, {en} la séptima {generación} desde Adán, diciendo: He aquí, el Señor vino con muchos millares de sus santos,

Éxodo 19:18-20

Y todo el monte Sinaí humeaba, porque el SEÑOR había descendido sobre él en fuego; el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía con violencia.

Deuteronomio 5:22

Estas palabras el SEÑOR habló a toda vuestra asamblea en el monte, de en medio del fuego, {de} la nube y {de} las densas tinieblas con una gran voz, y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra y me las dio.

Daniel 7:9-10

Seguí mirando hasta que se establecieron tronos, y el Anciano de Días se sentó. Su vestidura era blanca como la nieve, y el cabello de su cabeza como lana pura, su trono, llamas de fuego, {y} sus ruedas, fuego abrasador.

2 Corintios 3:7

Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, de tal manera que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moisés por causa de la gloria de su rostro, que se desvanecía,

2 Corintios 3:9

Porque si el ministerio de condenación tiene gloria, mucho más abunda en gloria el ministerio de justicia.

Gálatas 3:10

Porque todos los que son de las obras de {la} ley están bajo maldición, pues escrito está: MALDITO TODO EL QUE NO PERMANECE EN TODAS LAS COSAS ESCRITAS EN EL LIBRO DE LA LEY, PARA HACERLAS.

2 Tesalonicenses 1:7

{y daros} alivio a vosotros que sois afligidos, y también a nosotros, cuando el Señor Jesús sea revelado desde el cielo con sus poderosos ángeles en llama de fuego,

Hebreos 12:20

porque no podían soportar el mandato: SI AUN UNA BESTIA TOCA EL MONTE, SERA APEDREADA.

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