No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno.

Cuidaréis de hacer todo lo que yo os mando: no añadirás a ello, ni quitarás de ello.

Solamente esfuérzate, y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella ni a derecha ni a izquierda, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendieres.

No añadas a sus palabras, no sea que Él te reprenda, y seas hallado mentiroso.

Porque yo testifico a cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios añadirá sobre él las plagas que están escritas en este libro.

El fin de todo el discurso oído es éste: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.

Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo sea cumplido.

Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.

¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Pues no se lavan sus manos cuando comen pan.

Entonces se juntaron a Él los fariseos, y ciertos de los escribas, que habían venido de Jerusalén.

Hermanos, hablo como hombre: Un pacto, aunque sea de hombre, si fuere confirmado, nadie lo anula, o le añade.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)

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