Deuteronomio 9:26

Y oré a Jehová, diciendo: Oh Señor Jehová, no destruyas a tu pueblo y a tu heredad que has redimido con tu grandeza, que sacaste de Egipto con mano fuerte.

Éxodo 32:11-13

Entonces Moisés oró a la faz de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran fortaleza, y con mano fuerte?

Éxodo 15:13

Condujiste en tu misericordia a este pueblo, al cual salvaste; lo llevaste con tu fortaleza a la habitación de tu santuario.

Éxodo 34:9

Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros; porque éste es pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por tu heredad.

Números 14:13-19

Y Moisés respondió a Jehová: Lo oirán luego los egipcios, porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu fortaleza:

Deuteronomio 7:8

mas porque Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano fuerte, y os ha rescatado de casa de servidumbre, de la mano de Faraón, rey de Egipto.

Deuteronomio 9:29

Y ellos son tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran fortaleza y con tu brazo extendido.

Deuteronomio 13:5

Y el tal profeta o soñador de sueños, ha de ser muerto; por cuanto habló para alejaros de Jehová vuestro Dios (que te sacó de tierra de Egipto, y te rescató de casa de siervos), y de echarte del camino por el que Jehová tu Dios te mandó que anduvieses. Así quitarás el mal de en medio de ti.

Deuteronomio 15:15

Y te acordarás que fuiste siervo en la tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te rescató: por tanto yo te mando esto hoy.

Deuteronomio 21:8

Sé misericordioso, oh Jehová, para con tu pueblo Israel, al cual tú redimiste; y no imputes la sangre inocente a tu pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada.

Deuteronomio 26:7-8

Y clamamos a Jehová el Dios de nuestros padres; y oyó Jehová nuestra voz, y vio nuestra aflicción, y nuestro trabajo, y nuestra opresión.

Deuteronomio 32:9

Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob la cuerda de su heredad.

2 Samuel 7:23

¿Y qué nación hay en la tierra como tu pueblo Israel, al cual Dios fue y redimió por pueblo para sí, y para darle nombre, y para hacer por vosotros grandes y temibles obras, por tu tierra, por amor de tu pueblo que tú redimiste de Egipto, de las naciones y de sus dioses?

1 Reyes 8:51

porque ellos son tu pueblo y tu heredad, que tú sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro.

Nehemías 1:10

Ellos, pues, son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran fortaleza, y con tu mano fuerte.

Salmos 74:1-2

«Masquil de Asaf» ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? ¿Por qué humea tu furor contra las ovejas de tu prado?

Salmos 77:15

Con tu brazo redimiste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José. (Selah)

Salmos 99:6

Moisés y Aarón entre sus sacerdotes, y Samuel entre los que invocaron su nombre; invocaban a Jehová, y Él les respondía.

Salmos 106:23

Y dijo que los hubiera destruido, de no haberse interpuesto Moisés su escogido ante Él en la brecha, a fin de apartar su ira, para que no los destruyese.

Salmos 107:2

Díganlo los redimidos de Jehová, los que ha redimido del poder del enemigo,

Isaías 44:23

Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo, lugares bajos de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosque, y todo árbol que en él está; porque Jehová redimió a Jacob, y en Israel será glorificado.

Isaías 63:19

Nosotros somos tuyos. Tú nunca señoreaste sobre ellos, ellos nunca fueron llamados por tu nombre.

Jeremías 14:21

Por amor de tu nombre no nos deseches, ni deshonres el trono de tu gloria: acuérdate, no anules tu pacto con nosotros.

Miqueas 6:4

Porque yo te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de siervos te redimí; y envié delante de ti a Moisés, y a Aarón, y a Miriam.

Tito 2:14

quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí un pueblo peculiar, celoso de buenas obras.

Hebreos 9:12

y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una sola vez en el lugar santísimo, habiendo obtenido eterna redención.

Apocalipsis 5:9

Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y nos has redimido para Dios con tu sangre, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)