Eclesiastés 10:20

Ni aun en tu pensamiento maldigas al rey, ni en los secretos de tu cámara maldigas al rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra.

Éxodo 22:28

No maldecirás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.

Hechos 23:5

Y Pablo dijo: No sabía, hermanos, que era el príncipe de los sacerdotes; pues escrito está: Al príncipe de tu pueblo no maldecirás.

2 Reyes 6:12

Entonces uno de los siervos dijo: No, rey, señor mío; sino que el profeta Eliseo está en Israel, el cual declara al rey de Israel las palabras que tú hablas en tu más secreta cámara.

Eclesiastés 7:21-22

Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablaren, para que no oigas a tu siervo que dice mal de ti;

Isaías 8:21

Entonces pasarán por esta tierra fatigados y hambrientos. Y acontecerá que teniendo hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios. Y levantando el rostro en alto,

Lucas 10:40

Pero Marta se distraía en muchos servicios; y sobreviniendo, dice: Señor, ¿no tienes cuidado que mi hermana me deja servir sola? Dile pues, que me ayude.

Lucas 12:2-3

Porque nada hay encubierto, que no haya de ser descubierto; ni oculto, que no haya de ser sabido.

Lucas 19:40

Y él respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Biblia del Jubileo 2000 (Grátis) copyright