Eclesiastés 2:14
El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas; pero también entendí yo que un mismo suceso acontecerá al uno como al otro.
Salmos 49:10
Pues él ve que mueren los sabios; igualmente perecen el insensato y el necio, y dejan a otros sus riquezas.
Proverbios 17:24
En el rostro del entendido aparece la sabiduría; mas los ojos del necio vagan hasta el cabo de la tierra.
Eclesiastés 3:19
Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es; como mueren los unos, así mueren los otros; y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.
Eclesiastés 9:11
Me volví, y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontece a todos.
1 Juan 2:11
Pero el que aborrece a su hermano, está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va; porque las tinieblas le han cegado sus ojos.
Salmos 19:10
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que la miel, y la que destila del panal.
Proverbios 14:8
La sabiduría del prudente está en entender su camino; mas la indiscreción de los necios es engaño.
Eclesiastés 6:6
Aunque aquél viviere mil años dos veces, sin haber gozado del bien, ¿no van todos a un mismo lugar?
Eclesiastés 7:2
Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón.
Eclesiastés 8:1
¿Quién como el sabio? ¿Y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre iluminará su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará.
Eclesiastés 9:1-3
Ciertamente he dado mi corazón a todas estas cosas, para declarar todo esto; que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios; y que no saben los hombres ni el amor ni el odio; todo está delante de ellos.
Eclesiastés 9:16
Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fortaleza; aunque la sabiduría del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras.
Eclesiastés 10:2-3
El corazón del sabio está a su mano derecha; mas el corazón del necio a su mano izquierda.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido