Eclesiastés 2:22

Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y fatiga de su corazón, en que él trabajó debajo del sol?

Eclesiastés 1:3

¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?

Eclesiastés 3:9

¿Qué provecho tiene el que trabaja en lo que trabaja?

Salmos 127:2

Por demás os es el madrugar a levantaros, el veniros tarde a reposar, el comer pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño.

Proverbios 16:26

El alma del que trabaja, trabaja para sí; porque su boca le constriñe.

Eclesiastés 4:6

Más vale un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo y aflicción de espíritu.

Eclesiastés 4:8

Es el hombre solo y sin sucesor; que ni tiene hijo ni hermano; mas nunca cesa de trabajar, ni aun sus ojos se sacian de sus riquezas, ni piensa: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.

Eclesiastés 5:10-11

El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.

Eclesiastés 5:17

Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho enojo y dolor e ira.

Eclesiastés 6:7-8

Todo el trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso su deseo no se sacia.

Eclesiastés 8:15

Por tanto alabé yo la alegría; que no tenga el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba, y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le dio debajo del sol.

Mateo 6:11

Danos hoy nuestro pan cotidiano.

Mateo 6:25

Por tanto os digo: No os acongojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es la vida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido?

Mateo 6:34

Así que, no os acongojéis por lo de mañana; que el mañana traerá su congoja: basta al día su aflicción.

Mateo 16:26

Porque ¿de qué aprovecha al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? O ¿qué recompensa dará el hombre por su alma?

Lucas 12:22

Y dijo a sus discípulos: Por tanto os digo: No estéis afanosos de vuestra vida, qué comeréis; ni del cuerpo, qué vestiréis.

Lucas 12:29

Vosotros, pues, no procuréis qué tengáis de comer, o qué tengáis de beber; ni andéis elevados.

Filipenses 4:6

Por nada estéis afanosos; sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en todo con oración y ruego y acción de gracias.

1 Timoteo 6:8

Así que, teniendo sustento y con qué cubrirnos, estemos contentos con esto.

1 Pedro 5:7

echando toda vuestra solicitud en él; porque él tiene cuidado de vosotros.

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