Porque en los muchos sueños y {en} las muchas palabras {hay} vanidades; tú, sin embargo, teme a Dios.

La conclusión, cuando todo se ha oído, {es ésta:} teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto {concierne} a toda persona.

Bueno es que retengas esto sin soltar aquello de tu mano; porque el que teme a Dios se sale con todo ello.

Aunque el pecador haga el mal cien {veces} y alargue su {vida}, con todo, yo sé que les irá bien a los que temen a Dios, a los que temen ante su presencia.

No envidie tu corazón a los pecadores, antes {vive} siempre en el temor del SEÑOR;

Sé que todo lo que Dios hace será perpetuo; no hay nada que añadirle y no hay nada que quitarle; Dios ha obrado {así} para que delante de El teman {los hombres}.

Porque los sueños vienen de la mucha tarea, y la voz del necio de las muchas palabras.

¿Quién hay entre vosotros que tema al SEÑOR, que oiga la voz de su siervo, que ande en tinieblas y no tenga luz? Confíe en el nombre del SEÑOR y apóyese en su Dios.

Y yo os digo que de toda palabra vana que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

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