Efesios 5:9

(porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),

Romanos 15:14

Y también yo mismo tengo confianza de vosotros, hermanos míos, que también vosotros estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de manera que podéis amonestaros los unos a los otros.

Efesios 4:25

Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.

Salmos 16:2-3

Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; mi bien a ti no aprovecha;

Juan 1:47

Jesús viendo que Natanael venía hacia Él, dijo de él: He aquí un verdadero israelita en quien no hay engaño.

Romanos 2:4

¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, y paciencia y longanimidad, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?

Gálatas 5:22-23

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,

Efesios 4:15

Antes hablando la verdad en amor, crezcamos en todas las cosas, en Aquél que es la cabeza, en Cristo;

Efesios 6:14

Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la coraza de justicia;

Filipenses 1:11

llenos de frutos de justicia, que son por Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

1 Timoteo 6:11

Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.

Hebreos 1:8

Mas al Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por siempre jamás: Cetro de equidad es el cetro de tu reino.

Hebreos 11:33

que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,

1 Pedro 2:24-25

Quien llevó Él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, siendo muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por las heridas del cual habéis sido sanados.

1 Juan 2:29

Si sabéis que Él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de Él.

1 Juan 3:9-10

Todo aquel que es nacido de Dios, no peca, porque su simiente permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

3 Juan 1:11

Amado, no sigas lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; mas el que hace lo malo, no ha visto a Dios.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)