Ester 8:6

Porque ¿cómo podré yo ver el mal que vendrá sobre mi pueblo? ¿Y cómo podré yo ver la destrucción de mi gente?

Ester 7:4

Porque vendidos estamos yo y mi pueblo para ser destruidos, para ser muertos y exterminados. Y si para ser siervos y siervas fuéramos vendidos, yo callaría, aunque el enemigo no compensaría el daño del rey.

Génesis 44:34

Porque ¿cómo iré yo a mi padre sin el joven? No podré, por no ver el mal que sobrevendrá a mi padre.

Nehemías 2:3

Y dije al rey: Viva el rey para siempre. ¿Cómo no ha de estar triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego?

Ester 9:1

Y en el mes duodécimo que es el mes de Adar, al día trece del mismo, en el que tocaba se ejecutase el mandamiento del rey y su ley, el mismo día en que esperaban los enemigos de los judíos enseñorearse de ellos, fue lo contrario; porque los judíos se enseñorearon de sus enemigos.

Jeremías 4:19

¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las fibras de mi corazón; mi corazón se agita dentro de mí; no callaré; porque voz de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra.

Jeremías 9:1

¡Oh si mi cabeza se hiciese aguas, y mis ojos fuentes de lágrimas, para que llore día y noche los muertos de la hija de mi pueblo!

Lucas 19:41-42

Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella,

Romanos 9:2-3

Que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.

Romanos 10:1

Hermanos, ciertamente el deseo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para su salvación.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)