Ezequiel 20:1
Y sucedió que en el año séptimo, el {día} diez del quinto mes, vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar al SEÑOR, y se sentaron delante de mí.
Ezequiel 8:1
Y sucedió en el año sexto, en el {día} cinco del sexto mes, que estando yo sentado en mi casa y los ancianos de Judá sentados ante mí, bajó allí sobre mí la mano del Señor DIOS.
Ezequiel 1:2
(En aquel {día} cinco del mes, en el quinto año del destierro del rey Joaquín,
Ezequiel 24:1
Y vino a mí la palabra del SEÑOR en el año noveno, el mes décimo, a los diez {días} del mes, diciendo:
Ezequiel 26:1
Y sucedió que en el undécimo año, el día primero del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
Ezequiel 29:1
En el décimo año, el décimo {mes,} a los doce {días} del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
Ezequiel 29:17
En el año veintisiete, el primer {mes,} el {día} primero del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
Ezequiel 30:20
Y sucedió en el año once, el {mes} primero, el {día} siete del mes, que vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
Ezequiel 31:1
Y sucedió en el undécimo año, el tercer {mes,} el {día} primero del mes, que vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
Ezequiel 32:1
Y sucedió en el año duodécimo, el {mes} duodécimo, el {día} primero del mes, que vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
Ezequiel 40:1
En el año veinticinco de nuestro destierro, al principio del año, a los diez {días} del mes, catorce años después de haber sido tomada la ciudad, en aquel mismo día vino sobre mí la mano del SEÑOR, y me llevó allá.
1 Reyes 14:2-6
Y Jeroboam dijo a su mujer: Levántate ahora y disfrázate para que no conozcan que eres la mujer de Jeroboam, y ve a Silo; he aquí, allí está el profeta Ahías, que dijo de mí {que yo sería} rey sobre este pueblo.
1 Reyes 22:15-28
Y cuando llegó al rey, el rey le dijo: Micaías, ¿iremos a Ramot de Galaad a pelear, o debemos desistir? Y él le respondió: Sube, y tendrás éxito, y el SEÑOR {la} entregará en manos del rey.
2 Reyes 3:13
Entonces Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tengo que ver contigo? Ve a los profetas de tu padre y a los profetas de tu madre. Y el rey de Israel le dijo: No, porque el SEÑOR ha llamado a estos tres reyes para entregarlos en mano de Moab.
Isaías 29:13
Dijo entonces el Señor: Por cuanto este pueblo se {me} acerca con sus palabras y me honra con sus labios, pero aleja de mí su corazón, y su veneración hacia mí es {sólo} una tradición aprendida {de memoria},
Isaías 58:2
Con todo me buscan día tras día y se deleitan en conocer mis caminos, como nación que hubiera hecho justicia, y no hubiera abandonado la ley de su Dios. Me piden juicios justos, se deleitan en la cercanía de Dios.
Jeremías 37:17
Y el rey Sedequías envió a sacarlo, y en su palacio el rey le preguntó secretamente, y {le} dijo: ¿Hay palabra del SEÑOR? Y Jeremías respondió: La hay. Y añadió: En manos del rey de Babilonia serás entregado.
Ezequiel 14:1-3
Entonces vinieron a mí algunos de los ancianos de Israel y se sentaron delante de mí.
Ezequiel 33:30-33
Pero en cuanto a ti, hijo de hombre, los hijos de tu pueblo hablan de ti junto a los muros y en las entradas de las casas; hablan el uno al otro, cada cual a su hermano, diciendo: Venid ahora, y oíd cuál es la palabra que viene del SEÑOR.
Mateo 22:16
Y le enviaron* sus discípulos junto con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con verdad, y no buscas el favor de nadie, porque eres imparcial.
Lucas 2:46
Y aconteció que después de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
Lucas 8:35
Salió entonces {la gente} a ver qué había sucedido; y vinieron a Jesús, y encontraron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido y en su cabal juicio, y se llenaron de temor.
Lucas 10:39
Y ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Hechos 22:3
Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, educado bajo Gamaliel en estricta conformidad a la ley de nuestros padres, siendo {tan} celoso de Dios como todos vosotros lo sois hoy.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido