Ezequiel 28:7

por tanto, he aquí, traeré sobre ti extranjeros, los más crueles de {entre} las naciones. Y ellos desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría y profanarán tu esplendor.

Ezequiel 31:12

`Y extranjeros, los más crueles de entre las naciones, lo han derribado y abandonado; sobre los montes y en todos los valles han caído sus ramas, y su ramaje ha sido quebrado en todas las barrancas de la tierra; todos los pueblos de la tierra se han retirado de su sombra y lo han abandonado.

Ezequiel 30:11

`El, y su pueblo con él, la más cruel de las naciones, será traída para destruir la tierra; sacarán sus espadas contra Egipto y llenarán de traspasados la tierra.

Ezequiel 32:12

Con las espadas de los poderosos haré caer tu multitud, tiranos todos ellos de las naciones, que asolarán el orgullo de Egipto, y toda su multitud será destruida.

Habacuc 1:6-8

Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, pueblo feroz e impetuoso, que marcha por la anchura de la tierra para apoderarse de moradas ajenas.

Deuteronomio 28:49-50

El SEÑOR levantará contra ti una nación de lejos, desde el extremo de la tierra, {que} descenderá rauda como águila, una nación cuya lengua no entenderás,

Isaías 23:8-9

¿Quién ha planeado esto contra Tiro, la que concedía coronas, cuyos mercaderes eran príncipes, cuyos comerciantes eran los nobles de la tierra?

Isaías 25:3-4

Por eso te glorificará un pueblo fuerte, ciudades de crueles naciones te reverenciarán.

Ezequiel 26:7-14

Porque así dice el Señor DIOS: He aquí, traeré por el norte sobre Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, carros, jinetes y un gran ejército.

Daniel 7:7

Después de esto seguí mirando en las visiones nocturnas, y he aquí, una cuarta bestia, terrible, espantosa y en gran manera fuerte que tenía enormes dientes de hierro; devoraba, desmenuzaba y hollaba los restos con sus pies. Era diferente de todas las bestias que le antecedieron y tenía diez cuernos.

Amós 3:6

Si se toca la trompeta en la ciudad, ¿no temblará el pueblo? Si sucede una calamidad en la ciudad, ¿no la ha causado el SEÑOR?

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido