Ezequiel 3:14

Y el Espíritu me levantó, y me tomó; y fui en amargura, en la indignación de mi espíritu, pero la mano del SEÑOR era fuerte sobre mí.

Ezequiel 37:1

Y la mano del SEÑOR fue sobre mí, y me sacó en el Espíritu del SEÑOR, y me puso en medio de un campo que estaba lleno de huesos.

2 Reyes 3:15

Mas ahora traedme un tañedor. Y mientras el tañedor tocaba, la mano del SEÑOR vino sobre él;

Ezequiel 1:3

vino Palabra del SEÑOR a Ezequiel sacerdote, hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río de Quebar; y vino allí sobre él la mano del SEÑOR.

Ezequiel 8:3

Y aquella semejanza extendió la mano, y me tomó por las guedejas de mi cabeza; y el Espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la entrada de la puerta de adentro que mira hacia el aquilón, donde estaba la habitación de la imagen del celo, la que hacía celar.

Números 11:11-19

Y dijo Moisés al SEÑOR: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?

1 Reyes 18:46

Y la mano del SEÑOR fue sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y vino corriendo delante de Acab hasta llegar a Jezreel.

2 Reyes 2:16

Y le dijeron: He aquí hay con tus siervos cincuenta varones fuertes; vayan ahora y busquen a tu señor; por ventura lo ha levantado el espíritu del SEÑOR, y lo ha echado en algún monte o en algún valle. Y él les dijo: No enviéis.

Jeremías 6:11

Por tanto, estoy lleno de la furia del SEÑOR, he trabajado por contenerme de derramarla sobre los niños en la calle, y sobre la reunión de los jóvenes juntamente; porque el marido también será preso con la mujer, el viejo con el lleno de días.

Jeremías 20:7-9

Me sedujiste, oh SEÑOR, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido; cada cual se burla de mí.

Jeremías 20:14-18

Maldito el día en que nací; el día en que mi madre me dio a luz no sea bendito.

Ezequiel 3:12

Y el Espíritu me levantó, y oí detrás de mí una voz de gran estruendo de la bendita gloria del SEÑOR que se iba de su lugar,

Ezequiel 8:1

Y aconteció en el sexto año, en el mes sexto, a los cinco del mes, que estaba yo sentado en mi casa, y los ancianos de Judá estaban sentados delante de mí, y allí cayó sobre mí la mano del Señor DIOS.

Juan 4:1

De manera que cuando el Señor supo como los fariseos habían oído que Jesús hacía discípulos y bautizaba más que Juan,

Juan 4:3

dejó a Judea, y se fue otra vez a Galilea.

Juan 4:9

Y la mujer samaritana le dice: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)