Ezequiel 41:1

Me metió luego en el Templo, y midió los postes, siendo el ancho seis codos de una parte, y seis codos de otra, la anchura del arco.

Ezequiel 40:2-3

En visiones de Dios me llevó a la tierra de Israel, y me puso sobre un monte muy alto, sobre el cual había como edificio de una ciudad al mediodía.

Ezequiel 40:17

Me llevó luego al atrio exterior, y he aquí, cámaras, y revestimiento del piso hecho al atrio todo en derredor; treinta cámaras había en aquel atrio.

Ezequiel 41:23

Y el Templo y el Santuario tenían dos portadas.

1 Reyes 6:2

La Casa que el rey Salomón edificó al SEÑOR, tuvo sesenta codos de largo y veinte de ancho, y treinta codos de alto.

Ezequiel 40:9

Midió luego la entrada del portal, de ocho codos, y sus postes de dos codos; y la entrada del portal por dentro.

Ezequiel 41:3

Y pasó al interior, y midió cada poste de la puerta de dos codos; y la puerta de seis codos; y la anchura de la entrada de siete codos.

Ezequiel 41:21

Cada poste del Templo era cuadrado, y la delantera del Santuario era como la otra delantera.

Zacarías 6:12-13

y le hablarás, diciendo: Así habló el SEÑOR de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual retoñará de su lugar, y edificará el Templo del SEÑOR.

Efesios 2:20-22

sobreedificados sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas, siendo la principal piedra del ángulo, Jesús, el Cristo;

1 Pedro 2:5

vosotros también, como piedras vivas, son edificados una casa espiritual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesús, el Cristo.

Apocalipsis 3:12

Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el Nombre de mi Dios, y el nombre de la Ciudad de mi Dios, que es la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi Nombre nuevo.

Apocalipsis 11:1-2

Y me fue dada una caña semejante a una vara, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él.

Apocalipsis 21:3

Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo será con ellos y será su Dios.

Apocalipsis 21:15

Y el que hablaba conmigo, tenía una caña de oro, para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)