Génesis 22:14
Y llamó Abraham aquel lugar con el nombre de El SEÑOR Proveerá, como se dice hasta hoy: En el monte del SEÑOR se proveerá.
Génesis 22:8
Y Abraham respondió: Dios proveerá para sí el cordero para el holocausto, hijo mío. Y los dos iban juntos.
Éxodo 17:15
Y edificó Moisés un altar, y le puso por nombre El SEÑOR es mi Estandarte,
Jueces 6:24
Y Gedeón edificó allí un altar al SEÑOR y lo llamó El SEÑOR es Paz, el cual permanece en Ofra de los abiezeritas hasta hoy.
Ezequiel 48:35
{La ciudad tendrá} dieciocho mil {codos} en derredor; y el nombre de la ciudad desde {ese} día {será}: el SEÑOR está allí.
Génesis 16:13-14
Y {Agar} llamó el nombre del SEÑOR que le había hablado: Tú eres un Dios que ve; porque dijo: ¿Estoy todavía con vida después de verle?
Génesis 22:13
Entonces Abraham alzó los ojos y miró, y he aquí, {vio} un carnero detrás {de él} trabado por los cuernos en un matorral; y Abraham fue, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.
Génesis 28:19
Y a aquel lugar le puso el nombre de Betel, aunque anteriormente el nombre de la ciudad había sido Luz.
Génesis 32:30
Y Jacob le puso a aquel lugar el nombre de Peniel, porque {dijo:} He visto a Dios cara a cara, y ha sido preservada mi vida.
Deuteronomio 32:36
Porque el SEÑOR vindicará a su pueblo y tendrá compasión de sus siervos, cuando vea que {su} fuerza se ha ido, y que nadie {queda,} ni siervo ni libre.
1 Samuel 7:12
Entonces Samuel tomó una piedra y la colocó entre Mizpa y Sen, y la llamó Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ha ayudado el SEÑOR.
Salmos 22:4-5
En ti confiaron nuestros padres; confiaron, y tú los libraste.
Daniel 3:17-25
Ciertamente nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente; y de tu mano, oh rey, nos librará.
Miqueas 4:10
Retuércete y gime, hija de Sion, como mujer de parto, porque ahora saldrás de la ciudad y habitarás en el campo, e irás hasta Babilonia. Allí serás rescatada, allí te redimirá el SEÑOR de la mano de tus enemigos.
Juan 1:14
Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
2 Corintios 1:8-10
Porque no queremos que ignoréis, hermanos, acerca de nuestra aflicción sufrida en Asia, porque fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de {salir con} vida.
1 Timoteo 3:16
E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: El fue manifestado en la carne, vindicado en el Espíritu, contemplado por ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido