Génesis 3:24

Expulsó, pues, al hombre; y al oriente del huerto del Edén puso querubines, y una espada encendida que giraba en todas direcciones, para guardar el camino del árbol de la vida.

Hebreos 1:7

Y de los ángeles dice: EL QUE HACE A SUS ANGELES, ESPIRITUS, Y A SUS MINISTROS, LLAMA DE FUEGO.

Salmos 104:4

que hace de los vientos sus mensajeros, {y} de las llamas de fuego sus ministros.

Éxodo 25:18-22

Harás igualmente dos querubines de oro; los harás de oro labrado a martillo, en los dos extremos del propiciatorio.

Génesis 2:8-9

Y plantó el SEÑOR Dios un huerto hacia el oriente, en Edén; y puso allí al hombre que había formado.

Éxodo 25:2

Di a los hijos de Israel que tomen una ofrenda para mí; de todo aquel cuyo corazón le mueva {a hacerlo,} tomaréis mi ofrenda.

Números 22:23

Cuando el asna vio al ángel del SEÑOR de pie en el camino con la espada desenvainada en la mano, el asna se salió del camino y se fue por medio del campo; pero Balaam golpeó el asna para hacerla volver al camino.

Josué 5:13

Y sucedió que cuando Josué estaba cerca de Jericó, levantó los ojos y miró, y he aquí, un hombre estaba frente a él con una espada desenvainada en la mano, y Josué fue hacia él y le dijo: ¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?

1 Samuel 4:4

Y el pueblo envió a Silo, y trajeron de allí el arca del pacto del SEÑOR de los ejércitos que está {sobre} los querubines; y los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, {estaban} allí con el arca del pacto de Dios.

1 Reyes 6:25-35

El otro querubín también {medía} diez codos; ambos querubines tenían la misma medida y la misma forma.

1 Crónicas 21:16-17

Y alzando David sus ojos, vio al ángel del SEÑOR que estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén. Entonces David y los ancianos, vestidos de cilicio, cayeron sobre sus rostros.

Salmos 80:1

Para el director del coro; {según la tonada} a los Lirios; Testimonio. Salmo de Asaf.Presta oído, oh Pastor de Israel; tú que guías a José como un rebaño; tú que estás sentado {más alto que} los querubines; ¡resplandece!

Salmos 99:1

El SEÑOR reina, estremézcanse los pueblos; sentado está {sobre} los querubines, tiemble la tierra.

Ezequiel 10:2-22

Y El habló al hombre vestido de lino y dijo: Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines y espárce{los} sobre la ciudad. Y ante mis ojos entró.

Juan 14:6

Jesús le dijo*: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.

Hebreos 10:18-22

Ahora bien, donde hay perdón de estas cosas, ya no hay ofrenda por el pecado.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido