Génesis 31:39

Nunca te traje lo arrebatado por las fieras; yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, de mi mano lo requerías.

Éxodo 22:10-13

Si alguno hubiere dado a su prójimo asno, o buey, u oveja, o cualquier otro animal a guardar, y se muriere o se perniquebrare, o fuere llevado sin verlo nadie;

Éxodo 22:31

Y habéis de serme varones santos: y no comeréis carne arrebatada de las fieras en el campo; a los perros la echaréis.

Levítico 22:8

Mortecino ni despedazado por fiera no comerá, contaminándose en ello: Yo Jehová.

1 Samuel 17:34-35

Y David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre, y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero del rebaño,

Lucas 2:8

Y había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.

Juan 10:12-13

Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)