Génesis 39:10 Referencias Cruzadas

Génesis 39:10

Y fue que, hablando ella a José cada día, que él no la escuchó para acostarse al lado de ella, o para estar con ella.

Y él no quiso, y dijo a la esposa de su señor: He aquí que mi señor no sabe conmigo lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene:

Hijo mío, no andes en camino con ellos; aparta tu pie de sus veredas;

Para librarte de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras;

Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más suave que el aceite;

Aleja de ella tu camino, y no te acerques a la puerta de su casa;

No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con sus ojos;

para que te guarden de la mujer ajena, y de la extraña que ablanda sus palabras.

Y trabó de él, y lo besó; y con descaro le dijo:

Se sienta en una silla a la puerta de su casa, en los lugares altos de la ciudad,

Dice al que es simple: Ven acá. A los faltos de cordura, dice:

Fosa profunda es la boca de la mujer extraña; aquel contra el cual Jehová estuviere airado, caerá en ella.

Porque sima profunda es la ramera, y pozo angosto la extraña.

Huid de la fornicación. Todo pecado que el hombre comete, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.

No os engañéis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.

Absteneos de toda apariencia de mal.

Quiero, pues, que las mujeres jóvenes se casen, engendren hijos, gobiernen su casa; que ninguna ocasión den al adversario para decir mal.

Huye también de las concupiscencias juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de corazón puro.

Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de las concupiscencias carnales que batallan contra el alma;

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido