Génesis 39:7

Y aconteció después de esto, que la esposa de su señor puso sus ojos en José, y dijo: Acuéstate conmigo.

2 Samuel 13:11

Y cuando ella se las puso delante para que comiese, él asió de ella, diciéndole: Ven, hermana mía, acuéstate conmigo.

Génesis 6:2

viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, se tomaron mujeres, escogiendo entre todas.

Job 31:1

Hice pacto con mis ojos: ¿Cómo, pues, había yo de pensar en virgen?

Salmos 119:37

Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino.

Proverbios 2:16

Para librarte de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras;

Proverbios 5:9

para que no des a los extraños tu honor, y tus años al cruel;

Proverbios 7:13

Y trabó de él, y lo besó; y con descaro le dijo:

Proverbios 7:15-18

por tanto, he salido a encontrarte, buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado.

Jeremías 3:3

Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia tardía; y has tenido frente de ramera, y ni quisiste tener vergüenza.

Ezequiel 16:25

En toda cabecera de camino edificaste tu altar, e hiciste abominable tu hermosura, y abriste tus piernas a cuantos pasaban, y multiplicaste tus prostituciones.

Ezequiel 16:32

sino como mujer adúltera, que en lugar de su marido recibe a ajenos.

Ezequiel 16:34

Y tú has sido lo contrario de las demás mujeres en tus prostituciones, porque ninguno te solicitó para prostituirse; y tú das la paga, y a ti no se te paga, tú has sido lo contrario.

Ezequiel 23:5-6

Y Ahola se prostituyó aun cuando era mía; y se enamoró de sus amantes, los asirios sus vecinos,

Ezequiel 23:12-16

Y se enamoró de los hijos de los asirios, sus vecinos, capitanes y príncipes, vestidos en perfección, jinetes que andaban a caballo, todos ellos jóvenes codiciables.

Mateo 5:28

Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

2 Pedro 2:14

Tienen los ojos llenos de adulterio, y no pueden dejar de pecar. Seducen a las almas inestables, tienen un corazón ejercitado en la codicia; son hijos de maldición.

1 Juan 2:16

Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, sino del mundo.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)