Génesis 49:22

Rama fecunda es José, rama fecunda junto a un manantial; {sus} vástagos se extienden sobre el muro.

Génesis 41:52

Y al segundo le puso el nombre de Efraín, porque {dijo:} Dios me ha hecho fecundo en la tierra de mi aflicción.

Génesis 30:22-24

Entonces Dios se acordó de Raquel; y Dios la escuchó y le concedió hijos.

Génesis 46:27

Y los hijos de José, que le nacieron en Egipto, eran dos: todas las personas de la casa de Jacob que vinieron a Egipto, {eran} setenta.

Génesis 48:1

Y sucedió que después de estas cosas, le dijeron a José: He aquí, tu padre está enfermo. Y él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín.

Génesis 48:5

Ahora pues, tus dos hijos que te nacieron en la tierra de Egipto, antes de que yo viniera a ti a Egipto, míos son; Efraín y Manasés serán míos, como lo son Rubén y Simeón.

Génesis 48:16

el ángel que me ha rescatado de todo mal, bendiga a estos muchachos; y viva en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac; y crezcan para {ser} multitud en medio de la tierra.

Génesis 48:19-20

Mas su padre rehusó y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé; él también llegará a ser un pueblo, y él también será grande. Sin embargo, su hermano menor será más grande que él, y su descendencia llegará a ser multitud de naciones.

Números 32:1-42

Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una cantidad muy grande de ganado. Por eso, cuando vieron la tierra de Jazer y la tierra de Galaad, que en verdad era un lugar bueno para ganado,

Deuteronomio 33:13-17

Y de José, dijo: Bendita del SEÑOR {sea} su tierra, con lo mejor de los cielos, con el rocío y con las profundidades que están debajo;

Josué 16:1-10

Tocó en suerte a los hijos de José desde el Jordán {frente a} Jericó (las aguas de Jericó) al oriente, hacia el desierto, subiendo desde Jericó por la región montañosa a Betel.

Josué 17:14-17

Entonces los hijos de José hablaron a Josué, diciendo: ¿Por qué me has dado sólo una suerte y una porción como heredad, siendo yo un pueblo numeroso que hasta ahora el SEÑOR ha bendecido?

Salmos 1:1-3

¿Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores,

Salmos 128:1

Cántico de ascenso gradual.Bienaventurado todo aquel que teme al SEÑOR, que anda en sus caminos.

Salmos 128:3

Tu mujer {será} como fecunda vid en el interior de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.

Ezequiel 19:11

``Tenía ramas fuertes propias para cetros de gobernantes, y su estatura se elevó hasta en medio de las nubes, y fue vista a causa de su altura {y} por sus muchos sarmientos.

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