Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sion y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles,

Pero la Jerusalén de arriba es libre; ésta es nuestra madre.

Hermoso en {su} elevación, el gozo de toda la tierra es el monte Sion, {en} el extremo norte, la ciudad del gran Rey.

Miré, y he aquí que el Cordero {estaba} de pie sobre el Monte Sion, y con El ciento cuarenta y cuatro mil que tenían el nombre de El y el nombre de su Padre escrito en la frente.

Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo,

Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo.

De éstos también profetizó Enoc, {en} la séptima {generación} desde Adán, diciendo: He aquí, el Señor vino con muchos millares de sus santos,

Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo.

``Porque, ¿qué hombre hay que haya oído la voz del Dios vivo hablando de en medio del fuego, como nosotros, y haya sobrevivido?

Dijo: El SEÑOR vino del Sinaí y les esclareció desde Seir; resplandeció desde el monte Parán, y vino de en medio de diez millares de santos; a su diestra había fulgor centellante para ellos.

Y Josué añadió: En esto conoceréis que el Dios vivo está entre vosotros, y que ciertamente expulsará de delante de vosotros a los cananeos, a los hititas, a los heveos, a los ferezeos, a los gergeseos, a los amorreos y a los jebuseos.

``Tal vez el SEÑOR tu Dios oirá todas las palabras del Rabsaces, a quien su señor, el rey de Asiria, ha enviado para injuriar al Dios vivo, y {lo} reprenderá por las palabras que el SEÑOR tu Dios ha oído. Eleva, pues, una oración por el remanente que aún queda."

Pero yo mismo he consagrado a mi Rey sobre Sion, mi santo monte.

Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente; ¿cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?

Los carros de Dios son miríadas, millares y millares; el Señor está entre ellos en santidad, {como en el} Sinaí.

Anhela mi alma, y aun desea con ansias los atrios del SEÑOR; mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo.

Cosas gloriosas se dicen de ti, oh ciudad de Dios: (Selah)

Porque el SEÑOR ha escogido a Sion; la quiso para su habitación.

Clama y grita de júbilo, habitante de Sion, porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.

¿Cómo, pues, se responderá a los mensajeros de la nación?: Que el SEÑOR ha fundado a Sion, y en ella buscarán refugio los afligidos de su pueblo.

Por tanto, así dice el Señor DIOS: He aquí, pongo por fundamento en Sion una piedra, una piedra probada, angular, preciosa, fundamental, bien colocada. El que crea {en ella} no será perturbado.

Los rescatados del SEÑOR volverán, entrarán en Sion con gritos de júbilo, con alegría eterna sobre sus cabezas. Gozo y alegría alcanzarán, y huirán la tristeza y el gemido.

y he puesto mis palabras en tu boca, y con la sombra de mi mano te he cubierto al establecer los cielos, poner los cimientos de la tierra y decir a Sion: ``Tú eres mi pueblo."

Y vendrá un Redentor a Sion y a los que en Jacob se aparten de la transgresión --declara el SEÑOR.

Vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, se postrarán a las plantas de tus pies todos los que te despreciaban, y te llamarán Ciudad del SEÑOR, Sion del Santo de Israel.

Pero el SEÑOR es el Dios verdadero; El es el Dios vivo y el Rey eterno. Ante su enojo tiembla la tierra, y las naciones son impotentes ante su indignación.

De parte mía se proclama un decreto de que en todo el dominio de mi reino {todos} teman y tiemblen delante del Dios de Daniel, porque El es el Dios viviente que permanece para siempre, y su reino no será destruido y su dominio {durará} para siempre.

Un río de fuego corría, saliendo de delante de El. Miles de millares le servían, y miríadas de miríadas estaban en pie delante de El. El tribunal se sentó, y se abrieron los libros.

Pero el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no se puede medir ni contar; y sucederá que en el lugar donde se les dice: No sois mi pueblo, se les dirá: {Sois} hijos del Dios viviente.

Y sucederá que todo aquel que invoque el nombre del SEÑOR será salvo; porque en el monte Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho el SEÑOR, y entre los sobrevivientes {estarán} los que el SEÑOR llame.

ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es LA CIUDAD DEL GRAN REY.

Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Y ACONTECERA QUE EN EL LUGAR DONDE LES FUE DICHO: ``VOSOTROS NO SOIS MI PUEBLO", ALLI SERAN LLAMADOS HIJOS DEL DIOS VIVIENTE.

y así, todo Israel será salvo; tal como está escrito: EL LIBERTADOR VENDRA DE SION; APARTARA LA IMPIEDAD DE JACOB.

Pues ellos mismos cuentan acerca de nosotros, de la acogida que tuvimos por parte de vosotros, y de cómo os convertisteis de los ídolos a Dios para servir al Dios vivo y verdadero,

¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará vuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?

¿Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!

porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.

Porque no tenemos aquí una ciudad permanente, sino que buscamos {la} que está por venir.

`Al vencedor le haré una columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo.

Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y {de} los seres vivientes y {de} los ancianos; y el número de ellos era miríadas de miríadas, y millares de millares,

Y vi a otro ángel que subía de donde sale el sol y que tenía el sello del Dios vivo; y gritó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes se les había concedido hacer daño a la tierra y al mar,

Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,

y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa descritos en este libro.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso

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Spanish: Reina Valera Gómez
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